lunes, 30 de noviembre de 2009

Entró el invierno y a esperar tiempos mejores

Si algo no me gusta es levantarme a las 7 de la mañana mirar por la ventana y ver que esta diluviando. El viento no me da miedo, el frío tampoco, el agua menos, pero cuando ese agua se mezcla con viento y frío suele desembocar en nieve o ventisca, y esto ya si que jode. Y parece que según noticias, las cuales estaba esperando, lógicamente, por la época del año en la que estamos, parece que por fin el invierno se ha metido en nuestras vidas.
No vamos a dejar de salir por supuesto, pero la verdad no es lo mismo. Ahora la flaca la tengo aparcada, y salvo algún paseíllo con la peña, dudo mucho que hasta que llegue primavera me atreva a aventurarme en subir ningún puerto, y menos aún de esos de entidad que tanto nos gustan.
En su lugar la "Spark", está cogiendo su sitio. El sábado decidimos hacer una ruta que llevaba con ganas de enseñársela a los colegas, "Pinos de Serradilla-Monfrague-La Venta", y aunque no la hicimos desde Plasencia, como a mí me hubiera gustado, decidimos salir de la estación de Monfrague, quitándonos así una hora de ida y otra de vuelta. Al final la aventura resultó como casi siempre, gratificante. Pistas muy buenas para la mtb, con subidas fuertes y bajadas para arriesgar, un rompe piernas en todas las condiciones.
Pensé, como siempre con ilusión, que alguno más se uniría al grupo de costumbre, porque en la reunión del viernes noche de la peña, se veían buenas intenciones y muchas preguntas sobre la hora de salida del sábado. Nada de nada, alguno que otro que como se dice en el refrán "por la noche vamos a Madrid y por el día nos quedamos aquí". Al final ni Adolfo vino, no se que celebración tenía y va la segunda semana sin coger la mtb. Nos juntamos los que no fallamos nunca Félix y yo, y el cuñao que esta semana no trabajaba.
El paseo nos deleito con una niebla que nos caló desde las orejas a los tobillos, pero eso es lo de menos, el paisaje de lo más sorprendente de las sierras de Monfrague, solo roto por el ruido de las cubiertas al chocar con las piedras y por un interminable grilleo que se me ha colocado en el freno delantero y que no se va ni a palos, tanto es así que algún ciervo al sentirlo se levantaba de su encame y no tenía por más que asomar la gaita a ver que pasaba a su alrededor, sorprendido por aquel extraño sonido que jamás habían oído.

Ya el domingo y tras haber caído en dos horas lo que no había caido en todo el otoño, miré por la ventana, llamé a Félix y le dije, "Tío ha dejado de llover, vámonos a dar una vuelta antes de que empiece de nuevo", y así lo hicimos subiendo a Cabezabellosa, mezclándonos con niebla y barro, llegando a pasar desapercibido incluso para los coches, los cuales al cruzarse con nosotros miraban sorprendidos y seguro pensaban " A estos los pagas y no lo hacen".
Tras una conversación con los dos de los cuatro cabreros que quedan por la zona, decidimos bajar raudos a los llanos de la isla, ya que la lluvia estaba empezando a hacer acto de presencia y con ella casi seguro la nieve.

La tarde se paso entre un ratito de caza con Ignacio, en la cual no hicimos nada, y arreglar y limpiar la Spark, que tenía más barro que una cochinera, dejándola preparada para la próxima aventura.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Viernes de reunión.-

Me han hecho saber que hoy día 27-11-2009, a las 8.30 de la tarde hay reunión de la peña para tratar temas variados. Y digo que me he enterado por fuentes ajenas, porque a hora y fecha de hoy viernes 27-11 - 8.30 de la mañana, nadie oficialmente me lo ha comunicado, .. y yo me pregunto tanto trabajo significa comunicar a los nuevos socios y amigos, como el cuñao, o como yo, de los eventos que surgen......... Les hay que no comprenden que las dictaduras se acabaron hace años, pero bueno... ya lo aprenderán aunque espero que no sea tarde cuando lo consigan.

Además de esto según me han comentado va a ser movidita.... al final me lo pasaré bien y todo. Por lo demás mañana no se donde iremos, pero el domingo se ve chungo con la lluvia, y yo que quería estrenar la S-work, lastima...

Dejo para alegrar la mañana el chiste de la semana.




Un hombre trabajaba hacía muchos años en una fábrica de enlatados de pepinos .
Un día le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Un impulso incontrolable de colocar su pene en la cortadora de pepinos. Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo.
El marido prometió que lo pensaría, pero continuó repitiéndole y repitiéndole a la esposa el mismo cuento, hasta que ella, aburrida, un día le dijo: Mételo en la cortadora de pepinos y no me jodas más, ¡es tu problema!! Al día siguiente, el marido llegó a casa cabizbajo y Profundamente abatido. -
¿Qué pasó, querido? le preguntó la mujer, preparándose para lo peor. -¿Te acuerdas de mi compulsión de meter el pene en la cortadora de pepinos? -¡Oh, no! - gritó la mujer -
¡dime que no hiciste eso! -¡Sí, lo hice! -¿Oh Dios, y qué paso? -¡Me despidieron. ..! -
respondió el marido. -Y, eh ... ¿la cortadora de pepinos! ¿Qué te hizo?, ¿te lastimó? -¡¡Noooo, a ella también la despidieron!

lunes, 23 de noviembre de 2009

2012.- SE ACERCA EL FINAL.



Si hay algo que me causa verdadero asombro, es la cantidad de gente que se levanta un sábado o domingo o día festivo, y dice: uggg que hago ahora, y pasa el día o el fin de semana deambulando como un fantasma del sillón a la nevera y de la nevera al sillón. Sé bien que es el deporte de moda en estos tiempos modernos, pero como según los Mayas en el 2012 todos cenizas, pues digo yo, "porque no nos ponemos las pilas y aprovechamos cada día como el último". Pero la mayoría pensará:
Sí, sí, eso hazlo tú, que nosotros preferimos esperar el final sentados delante de la tele.
Como yo no soy de los que opina así, ni de los que se tiran horas y horas pensando en lo dura que es la vida, y como los que me acompañan tampoco, el sábado decidimos luchar contra viento y marea y repetir la Heidi. Y en esta ocasión solo nos falto el señor de las cumbres, por que anda que no hacía aire por esas alturas. Según íbamos subiendo, la montaña nos iba lanzando ráfagas en cada uno de los giros, empujándonos para abajo, como echándonos de su territorio. Como somos duros y aguantábamos a duras penas las embestidas montados en nuestros caballos de dos ruedas, decidió tirarnos pequeñas piedrecillas, que una tras otra iban impactando contra nosotros, unas veces en la cara y muchas en los ojos, menos mal que ya vamos aprendiendo y las gafas no nos las quitamos ni de día ni de noche, sino acabamos cegatos perdidos.
Hicimos una subida más rápida de lo habitual, y aunque en algún momento Felix y yo, como casi siempre en cabeza, íbamos esperando a Adolfo y Jose Luis más rezagados, el aire
parecía darnos ánimos para subir cuanto antes y largarse de allí no se fuera a caer algún pedrusco mayor, de los que habitan en alta montaña. Y la bajada, rápida también, Adolfo cada vez con más confianza con su nueva montura OIZ, y el resto bien, yo más lento como siempre, pero.... que me esperen.
Al final parada en Colmer a ver el nuevo ordenador de abordo que se ha comprado Felix para su maquina, que no le falta de nada, altimetría, cadencia, km, ..... madre mía, de
todo, lo cual animó a Adolfo a comprarse otro igual, yo de momento ahorraré, y Jose Luis, mirará sorprendido mientras piensa, "para que querrán estos tíos tantos cacharros si al final los que suben son las piernas".
El domingo tocó carretera, y aunque con las lluvias escasas que calleron el sábado noche, temimos por la salida dominguera por las carreteras de la Vera, al final al mirar el horizonte vimos sol brillante y ale a darle un poquito.
El cuñao se unió a nosotros con su nueva bici de carretera, híbrida entre contrareloj y de subida, pero que a él le va de maravilla, hasta que decida mandarla a mejor vida y pillarse algo mejor. Y el guión el de todos los días, los de siempre delante y los de costumbre atrás, más preocupados en echar pestes a los que van delante que de esforzarse ellos por no quedar tan rezagados. Y visto esto y dado que habíamos hecho el grupeto de costumbre de cabeza subiendo y nos alejamos algo, (bueno algo más que algo sobre unos 20 min calculo), optaron por preparar la 10-11, atrochar por otro pueblo y dejarnos más solos que la UNA, esperándolos en Jaraíz. Lo de casi todos los días repetido otra vez. Asique con el toque de corneta que pusimos en la carretera de la Vera, y en fila de a uno, metimos plato y en busca y castura de los desertores. El amigo Jose Antonio( el Suizo), el cual se nos unió al grupeto, al final en los últimos km. lo pasó mal, debido al ritmo que íbamos imponiendo Felix y su Goka y yo,pero aguanto como un campeón y antes de llegar al último alto ya habíamos sobrepasado a los traidores.
Un domingo más para el recuerdo y un día más que disfrutamos con los amigos. El finde que viene más.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Y POR FIN LLEGO LA LLUVIA

El sábado decidimos que fuera un día tranquilo, el domingo teníamos que darle fuerte en Hervás
y por ello no queríamos castigarnos mucho. El cuñao tenía curro, Pedro con él, Adolfo jodido del estomago, Jose Luis e hijo de bautizo; al final Felix y yo. Decidimos ir a Garguera a ver un roble centenario cuyas ramas, según dicen, son las más largas que existen en este tipo de árbol. Y el espectáculo mereció la pena. Dejamos el coche a la salida del pueblo para coger un camino que parecía llano, pero como siempre se volvió inclinado rápidamente. Plato chico y a jugar con los piñones, una buena subida, llena de hojas, castañas, erizos, piedras,muchas piedras, una niebla que se metía por todo el cuerpo y el agua, que por fin hizo acto de presencia.
No fue mucha, y ciertamente no hace mucha gracia calarse, pero viendo el estado del campo, bienvenida sea. Por lo demás hicimos 19 km, con una trialera que sin agua no tendría mucho peligro, pero con las piedras como cubitos de hielo, opté, creo que inteligentemente, en hacer unos 200 metros andando por que sino veía que acababa en algún huerto haciendo compañía a los cerezos.
Lo del domingo ya son palabras mayores, día estupendo, nada de agua, una ruta que prometía, con la subida de Segura de Toro, de la cual todos hablaban, y la cual yo no conocía, y me preguntaba (¿para tanto será?). Esta vez se unió Jose Luis y el hijo, el cuñao seguía currando y Adolfo con sus problemas de estomago.
Creo que el nombre del Otoño Mágico le viene como anillo al dedo, el paraje precioso, ya conocía algo de la ruta, pero lo más interesante no.
Y paso lo que tenía que pasar, antes de salir mucho nervio, como siempre, parece mentira que sean unas rutas no competitivas pero que todos nos lo tomemos como si fueran las últimas que hacemos.
Primer tramo controlado por miedo a una bajada en asfalto muy peligrosa donde todos los años alguno se estampa.
Pasada la bajada, vía libre, ale, ale, a darle todo el que pueda. Ugggg, chispas de las piedras salían, en la primera bajada me pasaban hasta por cima, joeerrr decía yo, alguno de estos me manda al barranco, pero bueno, una vez llegado el llano empezó la calma. Los mejores como siempre delante, plato grande y a jugar con los piñones. Todos íbamos aguantando, (todos los que habían quedado en el grupo de cabeza, que ya no pasaban de 10), pero km tras km, los cadáveres iban haciendo hueco y había que irlos adelantando por donde podíamos. Y llego la famosa cuesta. Felix venía aún conmigo. La miro y digo, sí que es empinada sí, pero mejor para mí, por que así me acerco más al grupo de cabeza, el cual estaba ya formado por 5, y que me había sacado en la última bajada unos 200 metros. Pero estos no eran de medio pelo, sino de pelo y medio, y si yo iba bien, ellos iban igual de bien, e irlos recortando un metro me costaba cada vez más. Alguno se callo del grupo y fui pasándolos, ..... A la entrada de Casas del Monte enlace con ellos y todos juntos a el primer avituallamiento. Ciertamente mereció la pena el esfuerzo, recompensado con dos plátanos y un Acuarius.
Felix llego algunos minutos después, ya que se retraso en la cuesta, pero ni vi cuando se quedo, bastante tenía yo con mantener la verticalidad en las rampas.
Como tocaba reunificación de grupo, los minutos iban cayendo, y algunos pobres llegaban como fantasmas sobre dos ruedas, pero... eso ya lo sabían antes de salir.
Decidimos empezar la segunda parte, Felix y yo, un minuto antes que el resto, ya que había una bajada muy peligrosa, y una vez cogida fuerzas, algunos iban a tomárselo como la última esperanza para que se los viera delante. Al final ese par de minutos o algo más fue lo que sacamos al llegar a meta antes de los mejores del grupo que poco a poco iban llegando.
La organización de maravilla y por 5 euros tuvimos dos avituallamientos, revista, camiseta, miel, joder un poco más y nos dan de comer.
Cuando íbamos de regreso a casa a eso de las 2 menos veinte, y cuando ya habíamos estado con el resto de bikers charlando desde las 12.30 o así que llegamos, vimos por la carretera de acceso principal a Hervás los últimos valientes, madre mía estos si que tienen mérito. En los 20 km finales les habíamos metido mas de una hora....

viernes, 13 de noviembre de 2009

El AVISPERO DEL CURA

A nadie le puede extrañar, conociéndome, si digo que únicamente piso la iglesia en alguna boda, bautizo, o como el día de hoy (toquemos madera) entierro. Un mal asunto por el que todos pasaremos, pero de eso mejor no hablar, sino del asunto que me ha cautivado en el día de hoy.

Cuando el cura estaba echando la parrafada: estaremos todos junto al padre, bla, bla bla (como dice mi amigo Ignacio, que con 85 años sabe mucho de esto, "MIRA QUE TIENE QUE SER GRANDE EL SITIO ESE, PORQUE ANDA QUE NO SE VA GENTE Y A NINGUNO ECHAN DE VUELTA"), pues me puse a observar el lugar donde el cura confiesa, confesionario creo que se llama, y observo un avispero de tamaño formidable, justo detrás de la silla que el sacerdote usa para confesar. Y no es que fuera reciente, por que la estación del año en la que nos encontramos no es precisamente propicia para las avispas, sino que era más añejo que el loro ese que ponen en la caseta de los vinos de la feria.
Y ahora llega la conclusión: no será que el cura pisa la iglesia lo mismo que yo, o que la gente ya no se confiesa, por que me digo a mi mismo, lo mismo que vi yo el nido, lo debería ver él .......


ANÉCDOTAS COTIDIANAS.

ESTE DOMINGO TENEMOS BARBACOA

PREPARAR UNA BUENA BARBACOA.
(Nivel de dificultad:3)


Una vez que un hombre se ha decidido a hacer una barbacoa,
hay una serie de acciones encadenadas que se ponen en marcha....

1) La mujer compra la comida.

2) La mujer hace la ensalada, prepara la verdura y el postre.
junto con los utensilios necesarios y la lleva al exterior,
donde el hombre ya se encuentra sentado ante la barbacoa con una cerveza
en la mano.

3) La mujer prepara la carne para la barbacoa, la pone en
una bandeja
Ahora, el punto culminante de la actividad.

4) EL HOMBRE PONE LA CARNE EN LA PARRILLA DE LA BARBACOA.

5) Siguen más actividades rutinarias: la mujer lleva los
platos y cubiertos al exterior.

6) La mujer informa al hombre de que la carne se está quemando.


7) Él le agradece esta información vital, y aprovecha para
pedirle otra cervecita mientras se ocupa de la emergencia.

Y ahora.... ¡¡¡¡¡otro momento culminante!!!!!

8 ) EL HOMBRE RETIRA LA CARNE DE LA BARBACOA Y SE LA DA
A LA MUJER.

9) Más trabajos rutinarios: la mujer coloca los platos,
la ensalada, el pan, los cubiertos, las servilletas y las salsas y lleva
todo a la mesa.

10) Después de la comida, la mujer quita la mesa, friega
los platos y .. ¡¡¡otro momento importante!!! :

11) TODOS FELICITAN AL HOMBRE POR SUS DOTES CULINARIAS Y
LE AGRADECEN LA ESPLENDIDA COMIDA.

12) El hombre pregunta a su mujer qué le ha parecido el
no tener que cocinar. Cuando ve que ella se mosquea, llega a la conclusión
de que no hay manera de entender a las mujeres.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Y PEDRO VOLVIÓ CON EL FRÍO

Cuando el sábado mañana quedamos para ir de nuevo a Casas del Monte sabíamos lo que había. Una subida de 14 km, sin un solo descanso, un perfil medio del 10%, pero... esto ya lo conocíamos, aunque se introdujo un factor desconocido hasta ese momento en la temporada en curso, EL FRIÓ Y EL VIENTO. A 1.500 mtos de altitud todo cambia, el viento deja de ser brisa para convertirse en huracán, y soplando a más de 80 km. hora, la verdad el dar pedales puede ser una aventura, y sobre todo cuando vas cuesta abajo y sientes como las ruedas se despegan del suelo.

Una vez entendido el medio en el cual nos movimos, es de destacar lo bonito que está todo en otoño, los caminos llenos de castañas, los robles casi desnudo, y el Camocho sangrando con sus helechos marrones.
El amigo Félix sabe elegir bien las rutas, tanto por su dureza como por la belleza de lo que nos guarda en cada rampa.
En esta ocasión nos juntamos más que los de costumbre. El cuñao, Félix, José Luis, Adolfo ( con su nueva maquina, una pasada de bici, solo la falta andar sola), y uno nuevo, el hijo de José Luis, el cual quiso probar su estado de forma en el primer día de frió del otoño.
Por lo demás el guión no cambió de protagonistas, los de siempre delante y los de siempre detrás, el cuñao entre medias haciendo la goma, a lo cual me negué en rotundo diciéndole: DE ESO NADA, bajamos el ritmo pero tú no te quedas solo con el aire que hace.
Al final lo de siempre a esperar en la cuerda de la montaña, escondidos en unos canchos y con más frió que Pelote, solo nos falto la lumbre, pero.... no teníamos mechero, lastima.
La vertiente que da al valle pica demasiado para abajo, pero claro, eso significa que luego picará hacia arriba. Félix, el cuñao y yo nos tiramos como alma que sigue el demonio a buscar los valles, hasta que al llegar a un medio llano nos preguntamos donde estaba el resto del grupo, el cual a las chitas callando se habían dado la vuelta sabiendo lo que les esperaba....... otro día será, y otro día bajaremos hasta el Revollar, el cual era nuestro medio destino..
Ya el domingo la cosa siguió igual, menos frió, pero mucho aire, y se nos unió PEDRO, le habían dejado un BH de carretera de muy buen ver, y adelante con la aventura. Ya le dije que sufriría algo, pero ese algo según él, se convirtió en mucho. Se porto como un jabato, y puso un ritmo bastante bueno para el día que hacía. No en un tiempo futuro largo, les veremos a él y al cuñao con la bici de carretera propia, pero de momento, gracias al amigo Adolfo ( que le ha prestado una Carrera al Cuñao, y a otras buenas almas), todos podemos salir, aunque sea con una montura ajena.
Destacar que al amigo Antonio (presidente de la peña) le calló un rapapolvo de algún socio descontento con la velocidad que llevábamos. Yo viendo el percal y siendo cobarde para que negarlo, subí plato, baje piñones y dije para que me caiga a mí que le caiga al que manda y salí por patas, o por alas, por que tal y como estaba el día es más correcto. Ahh no fui el único, por que tras mío saltaron bastantes que tampoco querían que les tocara a ellos.

martes, 3 de noviembre de 2009

FIN DE SEMANA LARGO Y NO DAN NADA POR LA TELE

Un título plagiado de una canción del genio Calamaro, pero... así se puede resumir este corto puente. Otoño primaveral, ganas de disfrutarlo, fuerzas para ello y en fin todo casi perfecto.
Podremos resumir el finde en tres capítulos.
Les daremos el título.-Honduras,Pinote,Calama, para que así sea más explicativo del contenido.


HONDURAS.-No diré que la noche antes dormí a pierna suelta por que no es verdad. A eso de las 5.20 me desperté, tras haber estado intranquilo hasta ese momento, y no volví a pegar ojo. No puede ser que con casi 38, todavía me ponga nervioso cada vez que tengo que hacer algo distinto a lo normal.
En esta ocasión, a petición mía, teníamos previsto subir el puerto de Honduras, paso entre el Valle y Hervás. Zona que en invierno es practica mente de locos subir en bici, pero que como el tiempo acompaña pues... habría que superarlo.
Era de esos retos que aún no había acometido. Todos los grandes puertos de la zona ya han sido superados, pero este, por unas causas u otras no lo había hecho hasta el momento. Los pájaros del mal aguero, que les hay y muchos, ya me advirtieron, uggg es un puerto muy largo, los 8 primeros km. muy duros, bla, bla, bla, lo de siempre. Pero como aún creo en los milagros, a alguno de ellos les invite a acompañar nos, pero.. el milagro, no se produjo, cuando aprenderé que no soy Jesucristo, y fuimos a la aventura los de siempre. En esta ocasión se unió Jose Luis, pero falló el cuñao, que tenía que trabajar.


Y ya que el guión estaba escrito, procedimos a cumplirlo. Felix, empezó como siempre, muy fuerte, para abrir hueco entre los que están agraciados con mejores piernas y los que se conforman con subir. A los dos km, me dijo tu tira a lo tuyo que yo bajo el ritmo, y así lo hice.
No soy partidario de dejar atrás al compañero, pero... en esta ocasión tenía que ver el tiempo que tardaba. Rampas y rampas, pensé erroneamente que la subida eran 16 km. uggg. no hijo no, 17.500, y lo que pensé que sería un tiempazo, se quedó en un buen tiempo. Al final 56.26, y comentado con los que saben de esto, y no engañan dicen que esta muy bien. El animo que no me falte, pero no creo que pueda subirlo más rápido.
Poco a poco fueron llegando el resto, primero Felix, luego Jose Luis, y por último Adolfo, al cual fui a buscar para que se le hicieran más cómodos los últimos Km.
No es que la subida fuera lo único interesante del día, pero si lo más destacable. De los otros 74 km, restantes de la etapa, pues nada plato, alguna cara de apuro, y poco más.

PINOTE.- El domingo ya fue otro día , y aunque corto, en lo que a la bici se refiere, no por ello menos intenso. Para la ocasión la compañía cambió. Como teníamos que celebrar el día de los carbotes en el campo, pues... había que estar pronto en casa. El cuñao se animó claro, y Pedro, que podríamos decir que RESUCITO DE SUS CENIZAS, por que hacia meses que no le veía a mi lado montando en bici.
Moral no le faltaba, y según él, había estado entrenando por ahí con otros aficionados. Su frase durante la semana era, "os voy a quitar las pegatinas", y no dudó en montarse en el maquinario del cuñao para que así fuera.
Y supongo que así sería su sueño, pero... en la primera rampa ya se dío cuenta que el guión no era el correcto, y el sueño feliz se convirtió en pesada. Unos 35 km,. con algunas rampas fuertes es suficiente para que nos demos cuenta que hay que entrenar más.
Despues de la barrita de rigor, una bajada complicada, más que por el desnivel, por los pedruzcos que se van acumulando por las lluvias y que al no pasar ningún coche, nadie quita; llegamos a la carretera y para casa tranquilo, que el susto ya se lo había metido el cuñao con una señal en forma de moratón en una pierna y tres pequeñas cuchilladas con forma de diente de plato en la otra.





CALAMA.- Y ya el lunes, volvimos a hablar de temas mayores. Este año era la segunda vez que afrontaba esta ruta, pero sigo pensando lo mismo, es la más completa y bonita que he hecho en todo lo que he andado con la bicicleta de montaña. Las sierras de Zarza de Granadilla encierran una serie de tesoros que solo a pie o con las dos ruedas se pueden descubrir. Nada más coger el cruce del camino que nos lleva al Calama, cientos de ciervos nos daban la bienvenida, y no es exagerar, nada de eso. Por todos los cerretes asomaban cabezas que al escuchar el ruido que hacen las cubiertas con las piedras, miraban a nosotros asombrados. Una nueva forma de acosarnos dirían ellos, artos de disparos, perros y demás formas de perseguirles, pero nada más lejos de la realidad, bueno jajajajjajja, pensándolo bien, yo acose cuesta abajo a una pobre cervata chica que asustada corría despaborida mientras yo, a apenas 10 metros, jadeaba. Cual será el horror que tendría que pego con una portera y la abrió con las patas. Tendré que decir a mi favor que la cierva no sufrió daño alguno y que la portera estaba formada por dos puntales y una alambrada.

Pero una vez pasada la aventura con los ciervos y metidos más en montaña, la cosa se empezó a poner muy cuesta arriba, y km, y km y km, que aunq no son demasiado duros al principio van cayendo, y cayendo hasta que las rampas ya van cogiendo un talante mas empinado. Así una tras otra hasta que acabamos en una al 21%, la cual para algunos es dura, pero para otros es la salvación, por que es la escusa perfecta para echar pie a tierra.

Subido al Calama, la cosa se pone interesante ahora empieza lo realmente duro.

Y la razón sencilla, esas rampas hay que bajarlas, pero nada de coger pistas buenas , nada, nada, cortafuego abajo.

Pero antes de acometer la bajada del miedo, hay que subir al pizarral, ¿como?, más cuestas, sí, sí, coger más de 70 bajando por buenas pistas, para volver a subir, una y otra vez, y así 4 rampas, hasta que llegamos a la bajada perfecta.- desnivel del 38%, cortafuego abajo, pocas piedras grandes, pero muchisimas pequeñas, pinos a ambas partes, y si nos salimos, que hacemos, pues..... estamparnos con ellos, ... y para abajo, .....
Jajaaj, Adolfo todo el camino llevaba quejando se de los riñones y luego las piernas, al final, cuando acabamos a pie de carretera dejo la bici y dijo, me duele todo, ya no siento ni riñones ni piernas, ni brazos ni cuello, vosotros vais a acabar conmigo este invierno, pero no, nada de eso.
Durante esta semana ya haremos planes para la siguiente y el tiempo nos devolverá el descanso a las piernas.