viernes, 29 de junio de 2012

MIS VOLADORAS

Hasta no hace demasiado, al comprar unas zapas, lo que más miraba era el precio y su duración.-
Con este panorama, iba a la tienda de deportes que mejor escaparate tuviera, donde me atendía el dependiente de turno, el cual en la mayoría de los casos estaba más perdido que un esquimal en el desierto, vendiéndome la oferta pertinente, la cual casi nunca se acomodaba nada a mis necesidades, acabando en la mayoría de los casos con abundantes ampollas, dolores incesantes de articulaciones y unas sensaciones horrorosas.

Un día, alguien, con algo más de experiencia, y una vez metidos en entrenos más serios, me recomendó unas Adidas Supernova Glide. Podríamos decir que fueron mis primeras zapatillas un poco serias. Pagué el pato en forma de euros, por algo que se podría conseguir a menor precio, aunque diré a su favor que no provocaron ninguna molestia, aunque sean pesadas y para temas de poca intensidad.

El siguiente y creo que definitivo paso a la calidad, me lo dio Ángel, el cual me recomendó unas Nike Pegasus, zapatilla ideal para principiantes y corredores que deseen tener unas zapas para todo, tanto para hacerlas kilómetros a ritmos decentes, como para hacer algunas series rápidas en pista. De estas tengo dos, unas Pegasus +27 y +28.  La nota negativa, en mi caso, y creo que en la mayoría de los conocidos, es que es una zapatilla muy blanda, cuya suela se funde contra la pista, dejándote sin agarre en poco más de un mes si las das caña, además de una red muy  débil en la parte de la puntera la cual se rompe en menos que canta un gallo.

Continuando con la saga Nike amortiguación, pillé unas Vomero. Algo pesadas, pero ideales si eres de peso   superior a 70 kg. y te gusta ir bien sujeto. Las utilizo para hacer tiradas de entreno algo largas y para ejercicios de impacto fuerte, llamense escaleras, cuestas..... A mi gusto similar a las Pegasus, pero más seguras y con mejor acabado y durabilidad.

A partir de aquí empecé a probar de todo:
-Saucony Progid Guide 4, quizás mi peor compra dentro de lo que cabe, al ser pesada, dándome poca velocidad al hacer miles y nada de seguridad si se la mete por terrenos con algo de piedra y campo.
-Nike Lunar Glide 2.- Puedo decir que las primeras series con ellas no fueron demasiado agradables, quizás porque había puesto unas expectativas que luego no se cumplieron, pero poco a poco, se fueron convirtiendo en mis zapatillas de entreno habitual, haciendo con muy buen tiempo tanto los miles como las series de 200, 300, y 400. Suela muy resistente al igual que el material de malla. Amortiguación decente, creo que para entreno, sería ideal, si buscas algo más de rapidez. Ya andan por la versión 3.
-Zapatillas de clavos, de las cuales tengo tres modelos de Nike. Quizás demasiado buenas para mis lentas piernas, no sacando partido a ninguna de ellas como se merecen, a excepción de las de Cross, las cuales me han dado muy buenos resultados este año.-
-Zapatillas de montaña.- Tras barajar varias opciones en todo tipo de marcas, decidí pillar unas que podríamos decir serían las Mercedes de este tipo de Calzado. Compré unas Salomon 3D Ultra. Ideales para hacer bajadas a saco, que es prácticamente para lo que yo más las necesitaba. Te dan una seguridad muy buena con las piedras y se agarran genial. Un pero..... Vete preparando un abanico para tus pies, ya que te los deja cocidos, pero... es lo que hay.
- Voladoras.- Mis preferidas, una vez descubierto este segmento. Varios modelos y a cual mejor. Saucony Fastwitch 4.- las uso para los Duatlones y para carreras no demasiado largas de todo tipo. Muy rápidas y seguras. Nike Zoom Structure 4, idem a las anteriores, con muy buena amortiguación y de peso escaso de apenas 200 gramos. Adizero Feather.- estas últimas sin utilizar, pero espectaculares en forma, pisada, amortiguación, en todo, eso si, no las uses donde hay piedras porque puedes acabar esparramado, razón de no haberlas dado caña todavía.-

Y para terminar, creo que no quedándome ninguna, mi última adquisición unas Asics Speedstar 4, a camino entre voladoras y mixtas.- Serán las sustitutas de las Lunar Glide en mi caso, ya que andan parejas de amortiguación y suela, pero pesan casi cien gramos menos.- Las utilicé hace unos días para hacer unos miles rápidos y geniales.-

Lo peor de todo es que pillar algún modelo de los anteriormente descritos, sin ser unas Pegasus de años anteriores, en tiendas cercanas es prácticamente imposible.

Recomendación.- No ir  a la última versión del modelo concreto, pudiendo coger otro anterior a precio mucho más reducido y con similares características.-


martes, 26 de junio de 2012

OPERACIÓN BIKINI

Con 40 grados, poco o nada se puede hacer salvo disfrutar de la piscina de turno. Habrá quien con mayor fortuna pueda pasear cuerpo en playas repletas de miradas indiscretas.
Para ello lo mejor es afrontar nuestra aventura veraniega con el mejor de los cuerpos posibles, lejos de lorzas incomodas que afean nuestro figura ante el espejo.
Cuerpos esculturales de revista lejos de las posibilidades terrenales hacen que los más preocupados por el que mirarán, se tomen estos primeros días estivales como una batalla consigo mismo por conseguir la forma deseada.
Perder algún gramo a base de esfuerzo superlativo puntual no suele traer buenos resultados, y si algún que otro golpe de calor y abundantes agujetas.
Cada año es siempre lo mismo, muchas intenciones y pocas decisiones.

Los menos afortunados, nos dedicamos a pasear nuestras carnes por pueblos, repletos de turistas más o menos acomodados, en los que se celebra la prueba popular de turno.
El pasado finde tocó en Cuacos y Madrigal. No queremos sopa, toma dos platos, de viernes y sábado.
El nivel de ambas fue de lo más dispar, con un grupo cabecero curtido en mil y un kilómetros, y el resto que acomete las pruebas como una aventura veraniega.
El bajo presupuesto de los Ayuntamientos hizo que los regalos de otros años se quedaran en meras intenciones, aunque ya es bastante con seguir organizando una y cien pruebas para disfrute de los participantes.

En ambas mi posición fue de privilegio en la categoría correspondiente, luchando por la victoria absoluta con los lebreles de turno. Sea cual sea el lugar al que vayas y la prueba que realices, siempre aparece un corredor desconocido que da al traste con tus ansias de victoria. Vaya... ahora resulta que el desconocido soy yo....Es lo que tiene esto, aunque tras los primeros metros y la lógica lucha por demostrar la supremacía, ya tenemos nuevos colegas para futuros envites.

Esta semana siguiente parada en Tejeda. Seguro que se unen al festín nuevas caras  venidas de puntos distintos. 

Otro percal es el que le toca a nuestro amigo Ángel, que tiene que volar a lugares remotos para participar en el Campeonato de España de Velocidad. No ha sido un año demasiado bueno para entrenos de su categoría, aunque la medalla conseguida en los pasados Campeonatos de España en pista cubierta, demuestran que la forma está ahí y solo es cuestión de tener el día correcto. !ANIMO!, aunque la vergonzosa prensa local no sepa de los buenos deportistas de la ciudad, el resto si que sabemos de las andanzas de los nuestros.



lunes, 18 de junio de 2012

ACUÉRDATE DE...

Semana repleta de pruebas de todo tipo.
Ángel y David, cumplieron sobrados en el Campeonato de Extremadura en pista, con unos tiempos envidiables en el 100 y 200 a pesar de las circunstancias adversas.
Por mi parte, las jornadas de descanso parecen haber dado nuevas alegrías a mis maltrechos músculos.
Sendas salidas en sábado y domingo con la mtb, me hicieron repetir circuito, a la espera de la llegada del lunes para probar las nuevas voladoras y afrontar con ellas el 10.000 de turno.
Si la cosa sigue como hasta ahora, viernes y sábado próximo con carreras por la Vera. Habrá que aprovechar mientras el cuerpo lo permita.-

Hace un año por estas fechas, estábamos metiéndonos  kilómetros a saco para afrontar con la mejor de las garantías la QH de turno.
Tiempos pasados con fotografías para el recuerdo, por mucho que se quiera, ya nada será como antaño.


Alejandro a lo suyo, creciendo y aprendiendo a pasos agigantados. Pronto me veré relegado a mirar su espalda mientras me anima con la mano a que me ponga a rueda.....Afortunadamente la vida sigue.

miércoles, 13 de junio de 2012

PERO...¿DONDE ME HE METIDO?.

Mente inquieta y buenas piernas. El no conformarse con lo que tenemos es parte de la razón de vivir humana. Si esto lo plasmamos en el quehacer diario, nos lleva a estar más pendiente de afrontar nuevos retos que a disfrutar lo que uno tiene.

Ya no es suficiente con hacer pruebas de duatlón, de hacer alguna media, de ciento y una carreras de todo tipo, de entrenar hasta el agotamiento, eso no vale si no lo empleamos en alguna nueva aventura.

Esta vez, toco la tan famosa "Pencona". Carrera de montaña de dificultad técnica elevada y con un número de kilómetros, a priori, asequible a mis posibilidades.
No había habido ningún tipo de preparación previa para este tipo de pruebas, el trabajo diario debería ser suficiente para acabar sin problemas.
Hasta ahí todo es normal, el problema viene cuando no te vale con acabar la prueba, sino que quieres estar con los primeros. Y es en ese punto, cuando echas de menos esas horas no empleadas en habitar en el mundo de las cabras.

Las 8.30 de la mañana y una temperatura inigualable. No hacía falta activar mucho los músculos, con las dos horas que me esperaban por delante, todo se activaría a su debido tiempo.

Salida tranquila para que los lugareños disfruten del espectáculo. Todo un espejismo, en apenas un kilómetro aquello se pone serio, justo lo que dura la alegría de los primeros metros en llano. En nada estamos subiendo. El ritmo no es matador para mis posibilidades, pero imagino que si lo será para el resto, ya que en 10 minutos hemos hecho un grupo de 5 y de los demás no se sabe nada.
Subida y más subida. Ahora esa marcha en apariencia tranquila, se convierte en extenuante, obligándome a hacer la goma en algunos de los cambios de firme.

De momento todo es camino, duro, pero más o menos transitable, aunque poco dura la alegría en la casa del pobre. Esto toca a su fin, es el punto 10 km. y queda lo bueno. Levanto la mirada y pienso en ¿ como voy a llegar hasta la cima de la montaña si no veo trocha aparente? . Lo bueno de esto es que al pegarme a los de cabeza, el trabajo me lo van haciendo.
Ahora no vale correr, ni trotar, casi ni andar. Toca ir a gatas por medio del monte, donde se mezclan piedras, escobas, arroyos y algún que otro canchal insalvable.
Todo esto parece no acabar, agacho la cabeza, apoyo mis manos en los muslos y hago palanca para no perder lo ganado. La cumbre esta cerca, de ahí al final otros 12 km.

Espero encontrar de nuevo un camino que me lleve de retorno al lugar de partida, pero solo veo ante mi una mar de escobones impenetrables sin un sendero posible. Ante tal desconcierto y buscando la mejor opción de continuar, acabo con el culo metido en un arroyo. Pero....¿donde me he metido?.. de donde ha salido esto.

La tónica se repite metro a metro. Los gemelos han dicho basta y me veo corriendo, por decir algo, como los patos, con los dedos de los pies tirando para arriba.

Ahora es todo bajada, el problema está en como bajo y por donde. No veo más que piedras y maleza.

Los de cabeza, conocedores de estos lugares, han puesto pie en polvorosa, y me encuentro más perdido que Marco el día de la Madre.

Pierdo a razón de minuto por kilometro, pero no puedo ir más rápido. Soy adelantado por un par de Cabras Pirenaicas, que de piedra en piedra van retozando como si tal cosa. Vuelvo a pasarlos en otra subida, pero es caramelo en patio de colegio. La cosa sigue igual de complicada y no puedo incrementar mi ritmo. Los gemelos no responden y en vez de piernas tengo dos estacas que no amortiguan ni una zancada.
Ahora me pasa una especie de Arrui vestido de verde. Me está cayendo la del pulpo, pero de mirar para atrás nada.

En un giro inesperado me engancho en una zarza y acabo de nuevo por los suelos. Levanto la cabeza para ver si alguien se ha percatado de mi posición poco señorial, pero por allí no aparece nadie. Recobro la verticalidad y como puedo llego a meta.

Al final 2 horas y diez minutos. Mi objetivo era bajar de 2 horas, pero quizás, si lo hubiera conseguido, para otro año me hubiera planteado retos más difíciles. Así pues, ya se cual es mi meta para años venideros.

Posición 8º de la general y 2º de mi categoría. Un éxito para la mayoría, para mí, algo insuficiente, aunque visto como estoy a tres días vista, que el Señor me quede como estoy, porque sigo sin poder subir sin agarrarme las escaleras de casa.

A ver que nos depara la semana, de momento descanso obligatorio, más que mi mente me pida darme caña.





lunes, 4 de junio de 2012

POR UNA SONRISA

La recompensa al trabajo bien realizado no siempre tiene que venir en forma de trofeo. Aveces, una simple jornada de descanso, aporta más nutrientes a tu vida, que cualquier comida copiosa. Para ello, tres generaciones distintas, decidimos cambiar el mejor carbono de nuestras monturas, por otro menos rígido, pero más flexible en forma de caña.
Y así fue, como tras una semana de extenuantes series y cuestas, pillamos la mañana del sábado para relajarnos a la orilla del río Alagón.
Ignacio, fue el encargado de preparar el material y el cebo necesario. Yo ponía el sitio para el deleite. Oscar padre e hijo, ponían la ilusión por la nueva aventura que se nos venía encima.

Como en toda buena mañana de pesca, lo mejor fue la compañía, ya que los peces, en esta ocasión, decidieron coger mejor rumbo, no dando la cara en ninguno de los pesquiles preparados para la ocasión.

Ante tanto aburrimiento, el cambiar un cebo por otro, era la única diversión posible, hasta que el pequeño Oscar, nuevo en estos lances, con su caña de bambú de tiempos del caudillo y carrete oxidado, que Ignacio le adjudico para su disfrute, tuvo la suerte del principiante, y en un no se por donde, enganchó un precioso percasol ante el asombro de los mayores.

Todos miramos al jodido niño con ojos de milano cabreado, ya ves, enredando nos ha dado con la pesca en las narices.

Foto para el recuerdo y la mejor de las sonrisas posibles. Pez de nuevo al agua y a recoger, que tía Eva nos ha llamado con el canto de Alejandro de fondo.

El domingo, dado el baño que habíamos recibido el día anterior, no era cuestión  de volver a probar suerte con el anzuelo, y esta vez sí, cogimos nuestras mtb para afrontar una nueva ruta que nos llevó a descubrir lo hasta ahora no pisado.

Como la montaña está llena de senderos, pillamos un nuevo puerto para alcanzar el Torno, acabando la jugada como de costumbre, con casi todos los hierros metidos y los riñones apretados.

El nuevo descubrimiento nos dio como resultado 70 km. de duro esfuerzo y subidas que alcanzaban en algunos puntos el 26%.

Una semana con una bajada de telón de cine. Esperamos que la entrante, nos traiga como mínimo, las mismas alegrías.