miércoles, 3 de noviembre de 2010

A LA CAZA DEL JABALI

Con un finde odioso, de viento huracanado y lluvia que no cesa, poco se puede hacer con las dos ruedas. Bueno, poco tampoco es exacto, porque para eso está ahí el rodillo, que aguanta lo que le eches, por muchos envites a que le castigues.

Pero al fin el lunes, salió el sol, y aunque la ventisca, seguía haciendo de las suyas, ya era otra cosa.
Como ir a asar la castaña, no entraba en mis planes, el Cuñao y yo, echamos mano de teléfono y rápidamente quedamos para dar la vuelta de rigor.
La cosa empezó fuerte, subiendo la rampa que lleva del Centro de Salud La Data a las Josefinas a plato, hay que ganarse el sobrenombre que nos han puesto.
Ya en la Carretera de Salamanca, la cosa pintaba de maravilla, el sol nos entraba de cara, y el alcornocal de Valcorchero, nos iba frenando el aire que entraba de costado.
Hasta ahí, lo típico de un día normal.
De pronto giro la cabeza y en una de las cunetas observo a un jabalí sentado. Medito la situación y le comento al Cuñao,
¿a quien se le habrá ocurrido dejar un jabalí muerto en una carretera, y encima sentarlo?
El Cuñao asiente y dice, de muerto nada por que a mi me ha mirado cuando he pasado a su lado,... la cosa se pone interesante.
Doy media vuelta, le miro a los ojos, y el bicho empieza a cascar los dientes.
Vámonos antes que preparemos alguna...., claro eso es lo más lógico, pero ante esta aventura que se nos presenta lo lógico no tiene razón, asique......llamamos a Félix.
Y Félix que se presenta. Y ahora que hacemos.... otra vez la misma pregunta, las risas se suceden y el bicho nos mira cada vez con peor mala leche.
Creo que lo dejamos donde estaba, cada uno sigue su camino y aquí no ha pasado nada.
Dicho y hecho.
Nosotros seguimos a Cabezabellosa, a zumbarnos la pantedera hasta coronar la cima.
Bajada despacio, que hace un frío y un viento de escandalo y a las 11 en casa que el Cuñao tiene deberes.
Que nos deparará la semana próxima....ahh sí tenemos el Otoño Mágico, pues allá que nos iremos a vivir nuevas aventuras.

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