lunes, 28 de febrero de 2011

EL PICAFLOR


Llamese al individuo que mucho abarca y poco aprieta. Justo lo que hicimos nosotros el fin de semana, picotear como gallinas en muchos montones sin ahondar profundo en ninguno.
El sábado, el amigo Félix, ya recuperado, y un servidor, teníamos que hacer una ruta tranquilita de unos 100 km para ir pillando fondo. Al final acabamos en 95, con ida y vuelta a Cañaveral.
Lo que debería haber sido un paseo sabadero, se convirtió en algunos momentos en un tira y afloja a ver quien cedía antes en alguno de los cerretes.
Aunque mi compañero se ha tirado casi seis meses sin pillar la bici, lo observo y le veo con mejor ritmo de pedalada que yo, en cuanto afine los Kg. volveré a verme relegado al último lugar del grupo. Tal y como acabamos la temporada pasada, empezamos esta.
Por la tarde, tenía que probar el maquinario que me había dejado Rubén(Gr-100). Una S-work, con suspensión inteligente, ligera, manejera, y con un tacto envidiable, pero que me escupió la verdad a la cara en apenas un par de horas. Por muy buenas herramientas que tengas, como no haya piernas, nada hacemos compañero.

Ya el domingo se unió a la fiesta el Cuñao. Visto lo que me esperaba, me puse a rueda dejando que tirara, hasta que el implacable vendaval que nos venía del norte, le hizo ceder en sus intenciones, y pronto comprendió que ir tirando toda la mañana de dos fulanos que apenas podían seguir su ritmo, no le iba a llevar a buen puerto, y empezó a dejar que sus dos colegas empezaran a entrar al relevo, en lo que parecía una misión imposible en lucha contra los elementos.
Pero el panorama cambió en el mismo instante que dimos la vuelta en Baños. Plato y piñón del 11, y sin levantar cabeza hasta el cruce de Zarza, donde las piernas ya dijeron basta, donde a más de 60 y con 125 de cadencia, era incapaz de seguir a los dos bólidos que me precedían. !O levantais el ritmo o me quedo en tierra de nadie!
Con más resignación que interés, levantaron y ahora en vez de ir a más de 50, no bajábamos de 45, pero a esa marcha, la cosa se ve distinto.

Al final media de 32, bufff, y estamos en las primeras semanas de forma... Veremos a ver lo que aguanto.

lunes, 21 de febrero de 2011

LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS











Sábado 19, 7.30 de la mañana, amanece de la peor forma posible. Llueve a cántaros.
Las predicciones se han cumplido. Espero que a eso de las 4 esto haya cambiado algo.
4 de la tarde, si ha cambiado si, pero para peor, ahora no llueve, diluvia. Parece que el estomago me da vueltas, los nervios previos a la carrera son normales.
Hoy algo es distinto. Hay poquísimo público, si quitamos a los correderos y organización, no cuento más de 20. La semana pasada en Cáceres se contaban por cientos.
Se da la salida, los gallos cogen delantera, esos van a otra bola, me sitúo 5, es mi puesto, a ver si aguanto así hasta el final de la transición. Los primeros 4.800 se convierten en una lucha constante por mantener el equilibrio ante lo que esta callendo. Una tubería se ha roto, tenemos que pasar por un tramo que tiene más de 30 cmtos. de alto de agua.
Pierdo alguna posición, no importa, voy bien. En el boxes vuelvo a ser una tortuga.
Cargo plato y a los 20 en bici. Un moralo me comento antes de salir que hoy en vez de ruedas deberíamos llevar aletas, me pareció exagerado, aunque al entrar al camino pensé que mejor hubiera sido un fuera borda.
Un río se ha apoderado del camino. No hay trazada, no hay rodera, solo agua.
Llegamos a un arroyo, el que me precede se hace el valiente y entra a galope tendido. Acaba 4 metros por bajo arrastrado por la corriente y buscando la bici dentro del agua.
Me bajo y cruzo a patas. El agua me llega por cima de las caderas. Me repongo como puedo y el grupeto en el que ruedo parece que se ha seleccionado. De nuevo otro arroyo. La misma película. Una ligera cuesta abajo y el pelotón acaba de lleno en una laguna que va a desembocar en un barranco. ¿Donde está el circuito?, por ningún punto se señala nada.
El más avispado del grupo grita, por aquí no puede ir, esto no tiene salida. El resto queremos desaparecer.
Mas de 20 ciclistas, con sus respectivas mtb, en medio de un prado, formando el entretenimiento de un grupo de vacunas que miraban asustadas.
A lo lejos se ve a otro grupo numeroso que va por otro camino. A esos les hemos sacado en el cambio una minutada.
Mas de 8 minutos perdidos.
Vuelta al camino original, y vuelta a empezar.
Llegamos al punto de salida y a dar otra vuelta. Los gemelos se están montando. Que aguanten o que se rompan, pero yo no paro.
10 Km de circuito por las dehesas moralas y aquí no hay ningún control. Nadie apunta los dorsales en los puntos intermedios. Nadie se preocupa de los corredores que han roto. El camino en algunos puntos no esta marcado. Algún que otro listo atrocha por medio de la dehesa.
Pregunto a uno de los perdidos, ¿y esos quienes son?. Su respuesta, esto es un descontrol, aquí cada uno hace la guerra por su cuenta.
Entro de nuevo a boxes. Un par de agentes locales se unen a la diversión, y en medio del circuito, tienen a bien dirigir a los corredores para que no extravíen sus intenciones. Quizás, estarán pensando en poner alguna multa a alguno de nosotros, o sino no entiendo que diablos hacen entorpeciendo en medio del circuito, con la libreta de las recetas en mano.
La última carrera a pie la hago bien, pero acabo destrozado.
Furioso como un mono no dejo de lamentarme, y observo como otro de los perdidos la emprende con un frondoso miembro de la organización, o eso ponía en el chaqueto que llevaba.
El fulano en cuestión dice que es obligación de los corredores conocer el circuito. Claro, lógico, y misión de la organización, controlar a los corredores que pasan por los puntos intermedios, sino quien les dice a ellos que los más resabiados no hayan atravesado por medio.
Hay que comprender que organizar un evento de este tipo lleva mucho tiempo y esfuerzo, y es de agradecer que lo hagan, pero si no cuentan con los medios adecuados para dar una seguridad del buen hacer de la prueba, deberían meditar sobre sus intenciones.
Son las tres de la madrugada y sigo en vela, los gemelos siguen martirizandome, y mi mente no deja de dar vueltas.
Lo bueno de todo es que no me he lesionado, y que he podido comprobar que voy de maravilla.
Otro día lo haré mejor.

viernes, 18 de febrero de 2011

EL HIJO DEL VIENTO












David me ha pasado unas fotos del pasado campeonato en Cáceres. Buffff, potencia y velocidad pura. Lo que no entiendo es como todavía alguno me dice que yo voy rápido.

Vean y juzguen

lunes, 14 de febrero de 2011

EL PINCHAZO




Nunca es bien recibido, pero no se por que, siempre llega en el momento más inoportuno.
El lunes, después del 10.000, en el momento de entrar en el gimnasio a realizar la rutina diaria, me encuentro en la puerta con Ángel. Su mirada estaba algo perdida, le pregunto, ¿pasa algo?. He pinchado. ¿En el gemelo?, sí, pero en el otro. ¿Que me dices?. Se estropeó la competición del domingo.
Cara de circunstancias, pero esto suele pasar cuando andas fino.
El sábado, sin su mentor, David y Charly, dejan alto el pabellón local en Cáceres. 2ª y 3ª, en el 60 y en el 200. El trabajo bien hecho se suele recompensar con buenos finales.
Cogí ejemplo de ese dicho popular que dice "Cuando las barbas de tu vecino veas cortar....", y tuve a bien desplazarme donde el amigo Colmer, y colocar esas nuevas tubeless, pedidas para la ocasión, para la S-Work. Serviré, como en tantas otras ocasiones, como conejillo de indias, pero hay que probar estas nuevas cubiertas para la bici de carretera. Habrá que comprobar, si el milagro antipinchazo se cumple.
El domingo, impoluto, y con escasas horas de sueño por los nervios preliminares, me dirijo a mi primer duatlon por tierras Cacereñas.
Puedo comprobar que los representantes del club, "Escuela Triatlon Plasencia", pasan de los 10, y tras los saludos propios y las presentaciones, ante aquellos a los cuales no conocía, dejo los trastos en boxes, mezclándome con una maraña de deportistas, que como yo, andaban más perdidos que Marco allá por la Argentina.
O eso creía yo, por que a la hora de la verdad, de los pocos que no sabían bien como iba el tema, era el autor de la historia.
Sin tiempo para reconocer el circuito, me lanzo raudo a los primeros 4.800 mtos. a pie, dejando en la salida todos los nervios y posibles dudas que pudiera tener. Me caen por todos sitios, codazos, empujones, esto es nuevo para mí. Aquí no hay miramientos, y prueba de ello, es que en un forcejeo, acabo en una regatera con una medio torcedura de tobillo. Me repongo, no pasa nada, ni lo siento. Unos 20 participantes van delante mío. No estoy mal colocado, la carrera es larga. Empiezan las rampas fuertes, se impone la lógica, en apenas 1.000 metros ya voy cuarto. Este es mi terreno y ahora es donde se notan los entrenamientos.
Primera vuelta. Veo a Juanjo, le miro y le sonrío. Voy sobrao. Segunda vuelta, las posiciones no cambian, entro junto con el tercero en boxes. Al oír mi nombre por megafonía se me eriza el bello. Comienzan los 20 en mtb. La transición muy lenta, pago la novatada, pero la cabeza no esta lejos, aunque sabiendo a quien tenía delante, el mero acercamiento a ellos era un sueño. Pero me crezco y vuelo en la primera vuelta. No conozco el circuito ni se donde están los puntos negros. Paso sin dificultad los pasos peligrosos hasta que la gravilla me la juega, se clava la rueda delantera en una curva muy cerrada, vuelo por los aires.
Al ponerme en pie intento reponerme, monto y ante el desconcierto y los nervios se me ha olvidado hasta como poner los pies en las calas. Me adelanta un grupo numeroso. La he espiciado. Me sereno y pienso, voy de los primeros, calma y a seguir adelante esto es muy largo.
Bajo el ritmo en las bajadas e intento darle fuerte en las subidas, pero esto ya no es lo mismo.
Ahora comprendo como nadie utiliza dobles en estas competiciones. Vuelta tras vuelta veo que me adelantan, pero no puedo ir más rápido, so pena de pegarme otro castañazo.
Acaba la bici, otro desconcierto, me paso de boxes, no se por donde tengo que tomar la salida para la última prueba a pie. Al fin veo a otro del club que me adelanta, ok, yo sigo a este y que me saque del embrollo. Me enderezo y vuelvo a las andadas, zancada firme y a por el último 2.500. Uno tras otro voy adelantando gente, y un cierto regocijo se apodera de mí en cada una de las pasadas.
Acaba esto. Miro al frente y veo muy pocos dentro. No he acabado tan mal. En apenas 4 minutos estoy fresco como una col.
Ahora a esperar la clasificación. Al final el agua nos amarga la mañana.
15º en la absoluta, y primero en mi categoría. No me lo puedo creer. Miro el tiempo y es muy bueno, se ha rodado muy fuerte, pero eso ya me da igual. Mi objetivo esta cumplido y con creces, ahora ya no me acuerdo de mi caída ni de mis despistes de novato.
El sábado continúa la batalla.....

lunes, 7 de febrero de 2011

CARACOL, COL, COL

Las predicciones daban fin de semana de lujo. Un poco de frío mañanero, pero durante el resto del día, el sol calentará la cresta de los osados paseantes.
Como caracoles que salen de sus cavernas, las carreteras se van llenando de aficionados, unos un poco mejor peltrechados, y otros con ganas de bajar esos kilos que les sobran.
El sábado, temprano, porque hay que hacer caso al dicho, "a quien madruga Dios le ayuda", comienzo a dar pedales observando como la noche ha sido cruda para pasarla al raso. Los coches helados, dejan una estampa pura de la estación en la que nos encontramos.
Tal y como se presenta el panorama, vamos a buscar pronto el sol, pillando la carretera de Cáceres rumbo a Serradilla.
La subida que va de Mirabel al Tajo, ayuda a evaporar el poco frío que pudiera tener en las piernas. La carretera se presenta solitaria, y solo una cierva en medio de la calzada, distrae mi atención justo antes de llegar al cruce que me llevará a Torrejón.
Las ventanas de las casas rurales de la capital de Monfrague, abren sus párpados, y los afortunados inquilinos miran atónitos preguntándose como es posible que a las 10.30 de la mañana ante un tipo, vestido de romano, por aquellos lugares con el frío que pela.
Cruce de miradas, un trago de agua, y pillando a Peña Falcón, que hay que estar pronto en casa.
105 km, a una media de 29.2, no esta mal la cosa, y a las 12 estoy en casa.

Plantearse coger una umbría, a las 8.30 de la mañana en este tiempo, es una temeridad, pero como no aprendo de errores pasados, salgo raudo dirección Cantagallo.
Algunos domingueros con prisas por devorar el fin de semana, me adelantan con cara de susto por la carretera Salamanca, miradas torcidas, y cada uno a lo suyo, ellos dirección al disfrute, y yo pensando en no pillar algún cristal de los que rebosan las carreteras.
"Leches" por que se me habrá ocurrido venir por aquí. Hasta Aldeanueva no veo sol, y los dedos de las manos se han quedado escayolado a los guantes, no puedo ni moverlos.
Las curvas que llevan a Baños no ayudan mucho, y la subida a Puerto de Bejar menos. La nieve se deja ver en la cuneta, y por fin me encuentro con algún osado ciclista. Pero claro ya son casi las 10 de la mañana.
Llego a mi objetivo y ya sí, me cruzo con más y más amantes de las dos ruedas, aunque mi emoción dura poco, vista a la carretera y cuidado con la curvas que están heladas.
Alto de Peñacaballera, Plato grande y a darle caña para subir la media que el frío la ha dejado como yo, helada.
Las piernas ya empiezan a funcionar y los 110 km de la aventura, acaban a las 12.10 en la puerta de casa.
Un caracol cruza valiente de lado a lado la calle. Es lo que tiene esto del sol en días de invierno.

viernes, 4 de febrero de 2011

TENEMOS LO QUE NOS MERECEMOS

De todos es sabido, de manera especial, por los pobres sufridores aficionados a la natación, que nuestra amada piscina climatizada, ha permanecido cerrada toda la temporada porque al parecer, se iba a dar uso a la nueva bioclimática. El hecho es que la nueva instalación permanece cerrada, sin que se vea en un horizonte cercano, posibilidad de apertura. Todos diríamos, pues que abran la antigua, pero según informes de técnicos entendidos en la materia, dicha instalación esta en situación poco recomendable para su uso. Claro, esta situación es de este año, no lo estaba ni el pasado, ni el anterior, ni.....El tema es que, de momento, varios millones tirados a la basura.

No hace mucho, nos quedamos sorprendidos con la noticia de que iban a arreglar las lamentables pistas de atletismo. Salió a concurso, se adjudico, incluso se puso un cartel en la entrada del comienzo inminente de las obras.
Días más tarde, no se por que razón, resulta que los trescientos y pico mil de euros de la reforma, no daban para la homologación de dicha pista.
Por lo que se sabe, la Junta dijo que ella ponía el dinero restante para dicha homologación.
El punto siguiente fue suspender el comienzo de mencionada obra. Será que las pistas se han arreglado por arte de magia.

Se habían estado probando unos utensilios bastante curiosos y al parecer útiles, para cobrar a todo el personal que entrara a la Ciudad Deportiva por dicho acceso.
Y yo me pregunto,¿ no sería mas normal, que una partida de obreros del ayuntamiento, o de donde fuera, vamos, se dedicara a allanar todo el camino que circumbala el campo de fútbol, y que diariamente es utilizado por cientos de personas para correr, y en el cual podemos encontrar en algunos tramos, socabones de más de 30 centímetros; Además, también, digo yo, se podrian reponer las bombillas fundidas en dicho trayecto, que hacen que el transitar por allí sea el juego del salto de la rana ciega?.

Al parecer es misión imposible, pero para colmo de males, ojeo el diario el Mundo del día 3-2-2011, y me encuentro con la noticia que abajo adjunto.

Llegado este momento solo cabe la respuesta.... tenemos lo que nos merecemos