domingo, 3 de abril de 2011

LA GUINDA DEL PASTEL




















El miedo es valiente, y prueba de ello es que muchos de los habituales, prefirieron quedarse a buen recaudo antes de acudir a la cita en Jarandilla. Los 7 km. a pie por la alta montaña de la Vera, y que tanto ha asustado a algunos, ha hecho efecto rebote en otros, los cuales al enterarse del evento, no dudaron en apuntarse y poder probar las fuerzas en las fuertes rampas que ya hace siglos recorrió nuestro antepasado Carlos V. Pero como por estas zonas, las cosas se hacen como es debido, los kilómetros crecieron por arte de magia, y en vez de 7 se convirtieron en 8.30. No queremos sopa, pues ahí va otro plato. Aunque la guinda del pastel, no estuvo en la primera parte de la carrera, sino en la tercera, con una subida, desde el Puente Romano hasta la carretera general que atraviesa el pueblo, con un desnivel que rondaría en 20%, por un empedrado, donde alguna que otra cabra, según dicen los aldeanos, se ha desgraciado. Es sabido, que todos los que acudieron al evento, era gente curtida en estas aventuras, y como buenos amantes del deporte, no dudaron en felicitar a la organización local, por hacer un circuito tan exigente y que tanto les hizo disfrutar. Los 16 km. de Mtb, que a priori, serían los decisivos, se convirtieron en un mero filtro, donde los que no pegaron el trompazo en sus bajadas y subidas, disfrutaron como niños haciendo de camicaces en busca de su premio. La clasificación fue encabezada por el de siempre. Este perfil le venía como anillo al dedo a Juan Carlos, que ya, desde la salida a pie, puso tierra de por medio con el resto de sus rivales, bueno, todos menos uno, que se pego como lapa a sus talones, y no logró quitárselo de encima hasta bien entrada la prueba en bici. Detrás Rubén y el resto, hacían un imposible por limar el tiempo que les había caído en la primera prueba, incluso los representantes locales, y que conocían tan bien el circuito, luchaban por estar lo menos lejos posible. Pero esta vez sí, las cosas por fin me salieron bien, y aunque me tiré media prueba mirando para atrás, a ver si alguien se acercaba a mi estela, en vez de perder tiempo al final lo iba ganando. Ser segundo en la general, y por tanto primero en mi categoría, ha puesto el punto final deseado a una rápida temporada, que ahora intento no poner fin, añadiendo a la agenda, alguna media maratón a pie, las ya sabidas marchas cicloturistas, con el colofón en la Qh, el nacional de duatlon de grupos de edad, y seguro algún que otro compromiso que poco a poco nos iremos buscando. Ahora ya estoy pensando en los 8 doscientos a 31 que tengo que hacer el martes. Esos si que me dan miedo.

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