martes, 7 de junio de 2011

UNA SEMANA SANTA CON ALGO DE RETRASO




Después de la velocidad del viernes, lo que menos me apetecía era otra sesión maratoniana por las carreteras del norte.

Le sugerí a Félix en dirigir nuestras metas a fines más terrenales, con lo cual pillamos la gorda y tiramos dirección Serradilla.

No es que los 82 km finales sean pera pocha, pero si es cierto que el continuo sube baja, se hace más llevadero cuando no llevas a un personaje delante, que km. Tras km. Mira para detrás metiendo prisa al resto de sus compañeros.

A las 11.30 en casa, y con una sensación de haber disfrutado, al fin de un día, sin tener que pedir cuentas al cronometro.

Lo del domingo ya era arena de otro costal. El Cuñao, que venía descansado, después de la espantada del sábado, trajo bajo el brazo un regalo para animar la larga sesión que nos esperaba.

Se unió a la fiesta Rubén, que lejos de querer tomarse las cosas con calma, puso nada más salir de Plasencia, un ritmo de los que les gusta, plato grande y piñón lo más chico posible, que así se avanza más.
Félix y un servidor, no teníamos más que lo que íbamos echando en cada pedalada, y únicamente en las fuertes rampas que se iban sucediendo, (primero en Hervás, en la subida a la Garganta, luego en Béjar, hasta pasar el puerto de la Hoya, posteriormente en la subida al puerto del Tremedal, y para terminar el puerto de Castilla); nos íbamos defendiendo por no perder rueda de los perversos acompañantes.
Para terminar, tuvieron a bien, meterse a plato desde Tornavacas a Plasencia, a lo cual respondí con un acople perfecto, cual parasito a su presa, sin dar ni un relevo, eso sí, no por falta de ganas, sino más bien de fuerzas. Bastante que no me quedé colgado como pollo sin cabeza.

Una media de 27, con 4 puertos y 165 km. La cosa no esta mal para mis pretensiones. Las que tengan otros que las vayan preparando para cuando yo no vaya, y si voy que me avisen, que de momento finjo un dolor inoportuno de cabeza, que siempre es una solución repentina ante un hecho no deseable….

Ya cambiando de sector, felicitar a mis compis de diario por su buena actuación en la toma de tiempos en Cáceres. David, bien como siempre, en sus tiempos, con muchas balas en la recamará para mejorar. Charly un poco mejor, batiendo su propio record. Oscar, aún mejor, estando a punto de bajar del 53 en los 400. Ángel, prefirió reservarse por un inoportuno pinchazo que le amargó la semana.

Las vacaciones son algo necesario y agradable, pero no voy a negar que echaré de menos durante este par de semanas que tengo por delante, mis agotadoras y gratificantes sesiones de entrenamiento. Lo bueno que tiene esto es que aunque te vayas lejos, siempre hay nuevos parajes que recorrer y paisajes que conocer. Nos llevaremos de todo en la maleta.

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