lunes, 26 de marzo de 2012

A DÍAS VISTA.-

Tras el regalo de la semana pasada, afrontaba la cita del Olímpico con menos presión que nunca. Mi temporada ya está más que bordada, y ahora solo espero ir recogiendo la cosecha madura de la siembra plantada.

La prueba de Malpartida sería la más dura de las celebradas en nuestro calendario regional. Un Duatlón con el doble de km. de los normalmente acontecidos, llevaba intrínseco un mayor esfuerzo por parte de los organizadores y las autoridades locales, que se volcaron a más no poder, para que el concurso se desarrollara con la mayor de las garantías de seguridad.

A eso de las 7 de la mañana, hora actualizada, andábamos ya poniendo señales y cortando calles para desgracia del sueño de los vecinos. Eso sí, ninguno mostró queja alguna ante nuestra revolucionaria mañana. Tal fue el nivel de piña del grupo, que a dos horas vista del comienzo de la prueba, todo estaba perfectamente montado y organizado, lo cual hizo que pudiéramos ir recibiendo al resto de participantes y dándoles las indicaciones precisas para que nada fallara en la jornada del domingo.

A las 10, todos estábamos bajo el arco de salida. Los nervios previos tardaron en evaporarse lo justo hasta comenzar el primer 500 en bajada. Esto va para largo y un 10.000 en circuito de cross da para mucho.
Como siempre, la carrera empezó muy rápida, terminando mi primer sector en 35.04, colocándome en la salida de boxes en 4º lugar general. Hasta ahí todo pintaba según lo previsto, incluso mejor de lo planeado, pero de nuevo, un fallo a la hora de ponerme las zapatillas en la bici, me hizo perder unos segundos que a la postre darían al traste con mi intención de meterme en el grupo perseguidor. La historia se repetía una semana después, volviéndome a quedar en tierra de nadie entre dos grupos, con la desgracia que esta vez, tendría que realizar el doble de km. en bici que en anteriores jornadas.
Por una parte tenía la oportunidad de vaciarme y no permitir que el grupo perseguidor me pillara, y por otra dejarme caer y hacer una carrera más cómoda en compañía de los que me seguían.
Como jamás me ha gustado ser un gallina, allá que me lancé en solitario en busca de fortuna. Por suerte un figura de Madrid, que se había quedado en la misma situación que yo, logró alcanzarme en uno de los tramos rectos del circuito, cambiando radicalmente la carrera para ambos a partir de ese momento.
Tras 5 km. de medir las fuerzas de ambos, la idea estaba clara.- "Tú haces los tramos rectos llevándome a tu rueda, y yo por el contrario, tiro en las subidas que son mi fuerte".- Una conversación de apenas 10 segundos y un pacto sellado con el asfalto.
Como si de un matrimonio se tratara, la pareja llevó a buen fin su propósito, alejándose km. tras km. del numeroso grupo perseguidor, e incluso limando segundos al grupo cabecero.
A falta de una vuelta, dimos buena cuenta de uno de los favoritos, al cual el sector en bici se le atragantó como mendrugo de pan duro.- "Humberto, ponte a rueda que te está cayendo la del pulpo". Nuestro nuevo compañero, pudo decir en unos segundos más de diez veces, gracias, agradeciendo de esta forma el flotador que le habíamos echado.-
Acaba el sector ciclista, y al contrario que otras veces, los tres, bajamos de la bici sin intentar meter segundos al resto de los compañeros, haciendo que los primeros 2.000 metros, de los 5.000 que nos faltaban, lo hiciéramos juntos.
A 2.500 para el final, el grupo se disuelve y las escasas fuerzas que van quedando, son administradas por cada uno según sus piernas.

Acaba todo, con un sabor dulce por la labor cumplida. El tiempo de 2 horas 5 minutos, me llena de alegría, y más, al comprobar que por segunda vez este año, aunque esta vez en la categoría duatlón con bici de carretera, me he proclamando campeón de Extremadura en la categoría Veteranos.

Un décimo en la general, que podría haber sido, si no hubiera metido la pata en el cambio de sector, de algún puesto menos, pero... eso ya esta hecho y poco más, excepto entrenarlo para la próxima vez, se puede hacer.-

Por su parte El Cuñao, se busco de compañero, para la ocasión, al amigo Toño, que haciendo un alarde de piernas, hizo el mejor sector de los presentes en la categoría de relevos, dejando el testigo en clara ventaja para el sector ciclista, dando fuerte en esta T2, haciendo que el último 5.000 de Toño fuera un puro tramite, aunque eso sí, el más rápido de los presentes. Conclusión, primer puesto en relevos, y a recoger la bellota del premio.

A días vista de la llegada de Alejandro, mi margen para nuevas pruebas se estrecha. ¿Hasta cuando podré aguantar?... en pocos días, tendremos la respuesta.

1 comentario:

  1. Cuñao eres una maquina. Serradilla nos espera. Otra quemada mas, hasta q el cuerpo aguante.

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