domingo, 20 de diciembre de 2009

CENAS, DISPENDIOS Y ALGO DE PEDALES.-

En estos días de prenavidad nos disponemos a celebrar la cena de trabajo, este año comida, ya que la crisis hace abaratar los costes, y en vez de chuletilla de cabrito, jamón reserva y buenos comensales, nos tenemos que conformar con las chuletas de cerdo, langostinos y demás, que este servidor tuvo que comprar, y que como ya sabía, y muy a pesar mio, iba a recibir criticas del sector menos agradecido. En fin, cosas que pasan, pero el presupuesto no da para más.
Ya metidos en el sábado mañana, y en lo que nos interesa que son los pedales, nos juntamos el cuñao, Félix y yo, para hacer una rutita animada y muy fría, saliendo desde Plasencia, llegando a las laderas de Serradilla, tomando dirección Villarreal de San Carlos, pasando por el corazón del parque de Monfrague, teniendo como siempre los espectadores de lujo que son los ciervos, que en alguna ocasión más que testigos se convierten en protagonistas, y nos dan algún que otro susto al salir de detrás de algún pino cuando menos lo esperas, y que se lo digan a Félix que se quedó blanco al verse estampado contra uno. Una vez llegado a Villarreal, coger el puerto la Serrana, justo en el momento en que el sol empezaba a hacer acto de presencia, y los hielos que dejaban los caminos como pistas de patinajes, eran convertidos en auténticos barrizales, los cuales nos dejaron de un color marrón clarito tanto a monturas como a jinetes. Al final 77 km, y un buen cansancio para las piernas, aunque no tenido bastante con esto, por la tarde con otros compañeros cogí la flaca y me hice otros 60 km, para no quejarse vamos.
Ya por la noche teníamos cena de la peña. Cena decente con amigos, salvo en una cosa el ostión que nos pegaron en la cuenta, será que no estoy acostumbrado o que no suelo cenar mucho fuera de casa, pero el susto generalizado nos hizo meditar sobre si al año que viene celebramos cena o hacemos la chuletada típica de campo. A ver si al año que viene nos acordamos.
El domingo, no mucho que contar. Adolfo en todo el finde dio señales de vida, no apareciendo ni el sábado mañana ni en la noche para la cena, ni el domingo para montar, unos problemillas víricos le han dejado esta semana en el dique seco, seguro que en breve se recupera y vuelve al redil. Por lo demás mucho frío, a menos 3 grados el andar en bici se convierte en sorteo de patines, y además de esquivar placas de hielo tenemos que hacer esfuerzos para no congelarnos. Como nos comento un señor en Cabezuela, "Sarna con gusto no pica, o al menos no pica tanto".

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