martes, 6 de abril de 2010

VIERNES DE PASION


Para los que como yo, no han ido de vacaciones, y tenían ganas de ser unos buenos devotos, planteamos esta Semana Santa unas procesiones que no tienen que envidiar nada a la de los Santos de Sevilla.

El jueves tomamos una jornada de aparente reflexión antes del día grande. Pero como en todo buen día de descanso, nos pasamos esto último por donde se sabe, acabando al final a la marcha de siempre "mariquita el último".

Timón y Rubén(el tapao) que están un paso por delante del resto del grupo pusieron un ritmo, que nos hizo acabar en Plasencia desde Casas del Millán con una lengua que había crecido medio metro.

Esto era el inicio de lo que nos esperaba el viernes.

Como todos los años, la Peña, había planeado el viernes de Pasión, haciendo una ruta que pasaba de los 170 km, con el punto culminante en el Alto del Tremedal

De Plasencia a Casas del Monte, Hervás, Bejar, Candelario.............. ya ni me acuerdo de los puertos que subimos, que aunque no eran de excesiva dureza, los integrantes del grupo se encargaron de hacerlo aún más costoso.

De la Peña, de los antiguos, solo Alfonso se atrevió a venir, y creo que se arrepintió más de una vez por el camino, por que el ritmo que llevábamos el resto y el suyo era totalmente distinto.

Se unieron a la aventura un par de fenómenos que compiten en el campeonato de Extremadura de Mtb, que entrenando con Juan Carlos (el bombero), se sabe como andan. Pedro de Cr100, Timón, el Tapao, Carlos Peronda, Félix, alguno más que no recuerdo y un valiente (Pedro), que al vernos con el traje de faena, prefirió acompañarnos en nuestro martirio del viernes a dar paseos por la sierra de Bejar con sus amigos.

Como de costumbre salimos de Plasencia a ritmo de corneta, en fila de a uno y a ver quien se rompía antes. Pronto se hicieron dos grupos y hasta llegar a Casas del Monte no logramos juntarnos.

El Cuñao que también se había unido a la fiesta pronto nos abandono, en Hervás, pues el trabajo no le facilitaba el poder acompañarnos todo el día.

El día fue inmejorable, el sol calentaba, y el aire refrescaba. Era la temperatura idonea para montar en bici. El viento practicamente no se movía, y los Km. iban cayendo y las piernas iban bajando su intensidad inicial.

Fue un buen test para comprobar como andamos de cara al verano. Emi anda cada día mejor, y el resto se ve como van recuperando fuerzas.

Creo que en todo esto el que peor acabó parado fui yo, disfrute muchisimo de un día casi perfecto, pero las fuerzas, no son las que eran y aunque subir un puerto no es algo que me de miedo, si es cierto que sufro más de lo que lo hacía.

El año es largo y espero ir poco a poco poniéndome más en forma.

A las 5 acabamos en casa, y se de buena tinta que algunos llegaron se ducharon y no volvieron a levantarse del sillón. Después de un Viernes de Pasión está bien llegar al Sábado de descanso.

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