lunes, 26 de abril de 2010

LA TORTILLA DE LA SUEGRA DE SANDI

Si algo guardare en el recuerdo de la impresionante ruta que hicimos esta semana será precisamente la tortilla de la suegra de Sandi, que a eso de las 2.30 de la tarde, me alivió de una más que segura pajarraca, aunque viendo el tiempo que tardo en volar del plato, creo que muchos pensaran como yo.

Otra grata sorpresa fue ver entre nosotros a Adolfo, ya recuperado de sus dolencias, y con las pilas puestas. Y a este entrañable personaje no tengo por más que dedicar algunas palabras, a él y a sus lecheras portátiles, porque según íbamos pasando por los prados, camino de Arribes del Duero, raro era a quien no había vendido las mencionadas lecheras, eso si, de los caminos no se acordaba, porque no recuerdo ya las veces que nos confundimos de cruces.
Por lo demás tengo que felicitar a Emi que preparo a conciencia una ruta de excepcional belleza, además de muy muy dura, o al menos a mi me lo pareció, será que mis fuerzas andan escasas.

Lo único que puedo poner de pega, fue que en esta ocasión no pudo acompañarnos el Cuñado, al cual eche de menos al lado en las duras subidas que afrontamos.
Por lo demás estuvimos los de siempre, el ya mencionado Adolfo, Félix, y algunos de la Peña, (Emi, El tapao, Sandi,Carlos, Jose Luis, Bravo y Pedro el maestro, que para mi hizo una de las mejores labores, al ir de coche escoba ayudandonos con el avituallamiento que necesitábamos).
Nunca había oído hablar de esta comarca, mi ignorancia de la geografía española, me había privado de visitar una de las zonas que, a mi opinión es de obligada visita a todo el que le gusta la naturaleza y los bellos paisajes.
El puerto de Poiares, en Portugal, pues...... para lo que hicimos, subirlo en bici. Otro tocho más que me apunto, y muy valido para la preparación que estamos llevando a cabo, con la culminación en la deseada Quebrantahuesos.





Un día donde todo fue perfecto, desde la climatología hasta las averías mecánicas, que por un día nos respetaron.
Aunque en algún momento las fuerzas eran escasas, todos subimos como unos jabatos los puertos que iban sucediendose. Cada uno a su ritmo. Yo intentando no quedarme descolgado en cada uno de las subidas, aunque al final me quedaba en todas.
Pronto acometeremos el siguiente reto, este sábado lo programaremos, dentro de 15 días, si todo va según el guión previsto, nos vemos en Avila para realizar la ruta de los puertos míticos y sus 198 km y 3.500 metros de desnivel acumulado. Vamos, para ir sin fuerzas.


























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