PEDRO BERNARDO

El finde pasó, y nos dejó cansados, exhaustos y orgullosos de la labor llevada a cabo.

Nos reunimos los de siempre en Sotillo de la Adrada, pueblo pequeño de apenas 4.000 habitantes en la provincia de Ávila. Municipio que cuenta con servicio de Protección Civil, Policía Local, Pabellón Polideportivo, que ya le gustaría tener a poblaciones que multiplican por 10 el número de habitantes, y con una predisposición general para hacer bien las cosas que nos dejó a todos sorprendidos. ¿Como es posible que una localidad tan pequeña pueda organizar un evento como el que ha organizado?, esa pregunta nos la hacíamos el Cuñao y yo al terminar la prueba. ¿ Como es posible que toda la población se involucre en dar a los que vienen de fuera un trato tan amable y correcto?. Supongo que muchos de nosotros envidiamos no poder formar parte de un concejo así, pero ... esto es lo que hay y así se lo hemos contado.

Por lo demás y en lo plenamente deportivo, tengo que felicitar antes de nada al amigo Sandi, que aún sabiendo al calvario al que nos íbamos a enfrentar, dio la cara y se comporto como el primero de nosotros.

La mañana empezó cálida, por fin calor, y con nervios, como siempre que hay pruebas donde el orgullo prima más que realmente el valor de quedar unos puestos delante o detrás. Nada más salir me quedo cortado del Cuñao y de Félix, un Hostión delante mío, ale a pararse.

Poco a poco voy poniéndome las pilas y afronto las fuertes rampas que nos iban machacando. Todo esto antes de llegar al primer puerto de la mañana, El Pielago.

Tengo claro que estas cuestitas, que en alguno de los casos superaban el 8%, en otras pruebas sería ya media montaña, pero.... en el día de ayer, no eran más que aperitivos, ya que las cumbres que nos esperaban pondrían a cada uno en su sitio.

Comienzo el primero de la jornada y el personal como loco, jajajaj, las fuerzas aún están intactas. Subiendo a más de 18 con un desnivel del 5%, y yo diciendo, a este ritmo peto en el siguiente puerto. Pero nada, solo buscamos situarnos lejos de los suicidas y buscar una escalada fácil con respecto a nuestras piernas.

Nada más coronar Pielago, afronto la bajada a velocidad de vértigo, o eso pensaba yo, por que me empezaron a adelantar hasta por la chepa. Dios ¿tan malo soy bajando?, ...... Pronto mi respuesta se dio respondida. Nuevo Hostión, y bajando, de los que duelen. Joder me encuentro metido en todas. Y no fue el último que presencie, ya que poco antes de acabar de bajar el puerto, otro grupete que había acabado con los huesos en el asfalto.

Pasadas las primeras fiebres, ya llegamos a la base del coloso de la jornada, "Pedro Bernardo". Una subida preciosa, con no demasiado desnivel, pero que sin embargo era cansino de necesidad, con casi 30 km de subida al juntarlo con Serranillo.

El tal Pedro, puso a cada uno en su sitio, y ahora ya si el personal empezó a dejarse llevar y a relajarse, o era eso o no terminar.

Los tirones empezaban ya a dar la cara y con 105 km en las piernas, aún nos quedaba Mijares, que según todos era el peor.

El puerto en si no tiene mucho, pero si unes las rampas al calor, que en algunos momentos superaba los 33 grados, pues la respuesta esta servida. Algunos pasaron las de Caín hasta coronarlo. Yo lo llevé relativamente bien, a un ritmo no demasiado fuerte, pero tan poco lento. Sabía que una vez coronaba me quedaban 40 km. Los peores.

La bajada de Mijares, fue preciosa, curvas muy abiertas que llevaban al personal a apretar los dientes y a sacar una media de 45 bajando. Pero todo lo bueno se acaba, y aunque esto bueno duro 25 km, todavía quedaban 15 km. mortales hasta llegar de nuevo a Sotillo de la Adrada.

Aunque no estaba contemplado como puerto, bien podrían haberlo catalogado como tal, porque fue en esos últimos 15 km, donde el personal acabo de vaciarse, llegando a meta con unos caretos, que parecíamos sacados de la película Zombis.

Todos contentos a las duchas, a recoger el diploma y a la comida.

Orgullosos, todos Oro en nuestra categoría. Nos la dimos buena, pero... hoy, un poco ya descansado, contento y con ganas de la próxima.