No hace muchas semanas, pudimos comprobar como nuestros compañeros David y Charly, demostraban su clase en los Campeonatos Extremeños de velocidad . Posteriormente nuestro jardinero, hizo lo propio en los nacionales, en el 60 y 200. A esto se une, los buenos papeles que están haciendo, en los Extremeños de Duatlón, Alvaro y el autor de la historia. El esfuerzo es más facilmente recompensado, si tienes quien te conduce por el camino recto.
El domingo se presagiaba un día completito. A la ya de por si dura prueba, se unía una lluvia incesante y un viento algo más que molesto. Los 10 Km. de la primera parte y los 5 de la tercera, tendríamos que hacerlos en un barrizal que nos llegaba por encima de los tobillos. Más nos hubiera valido a todos ponernos las zapatillas de clavos. Ante este panorama, todos pedían calma general, una carrera lenta, sin riesgos y luego ya se vería en el último sector. Eso pensarían los más confiados, pero yo la verdad comprobaba como aquello cada vez iba más y más rápido, y mis pensamientos eran, vamos a un 10.000, a ver quien aguanta. Un figura se puso a tirar en cabeza como si toro bravo le persiguiera, y tras él un grupo de afanados perseguidores le seguían sin darle aliento. Vuelta tras vuelta iban cayendo los metros, comprobando, los menos afortunados en piernas, como les iban doblando, sin que la minutada que les caía pudiera ser remediada.
Transición no demasiado bien ejecutada, pero los cuatro de detrás salimos juntos. La falta de entendimiento en el grupo, hace que Madruga me diga que levante el pie. "Esperamos a Rubén y el resto y tiramos a saco a por los primeros". Acepto las condiciones aunque sabía que mis probabilidades se menguaban con el gran grupo que nos perseguía. Todos a una y en la tercera vuelta hemos cazado al segundo y el tercero. El primero ya ha cogido varios minutos y tampoco los perseguidores se ponen muy de acuerdo. Palo en la última vuelta, y de nuevo me dan el toque, "deja que se vayan, nuestra carrera es otra".
Otra vez me muerdo las uñas porque las fuerzas están de mi parte, aunque rápidamente comprendo que si tiro me llevo conmigo a los que pueden quitar el podium a mi compañero. Entrada en boxes, transición rápida. Si voy bien puedo estar luchando por el tercer puesto. Pero mis esperanzas, de nuevo fueron fugaces, miro a mis compañeros de 5.000 y se de sobra que van varios segundos más rápidos que yo en el mil. Aguanto con ellos, y cazamos a Rubén y a otro avanzado, pero ya las posiciones empiezan a decantarse en mi contra. Solo 30 segundos me separan de llegar tercero, pero en 30 segundos han entrado otros 4 antes que yo. Al final séptimo. Si me lo dicen no me lo puedo creer. A los que antes no veía ni rivales por su superioridad, ahora se han convertido en objetivo próximo, e incluso algunos en objetivos pasados. Miro los tiempos y el primer 10.000, en barro a 35,51, bufff bestial para mis objetivos. El jardinero ha hecho bien su trabajo. Segundo en mi categoría porque el primero ha entrado cuarto de la absoluta. Pero ha estado ahí.
La carrera del Cuñao y Victor en relevos fue otro cantar. El segundo salió a reservar en el primer segmento, pero el primero cumplió con las espectativas en bici, metiendo más de 10 minutos en 40 km.- a su contrincante. Una pasada. Al final primeros y destacados en relevo. Han probado la golosina, seguro querrán más dulce.
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