Raudos y felices se las veían tras la machaca del viernes. Los 150 mtos. son rápidos pero agotadores si vas a lo que hay que ir.
Algún iluminado, exaltado por la alegría de terminar la jornada, sugirió al gran grupo, hacer un 3.000 mtos. para soltar piernas.
TÚ, el alborotador, ven para acá, no te quites los clavos.
Un 400 a 1 minuto. Para soltar piernas, brazos, cabeza, cuello o cualquier otra cosa que tengas tensa.
Pero si ese es mi mejor tiempo.... Pues eso, intentas bajarlo....
Arreando que es tarde. 1.01, .. no bajo del minuto. El próximo viernes ya sabes, después del entrenamiento otro.
Como no tenemos poco durante la semana, otra comilona de cabeza.
Ya el sábado, en compañía del amigo Félix, tocó otra cabalgada de cuidado con pelea incluida entre ciervos y marranos.
Tocar en nuestra salida parte de Monfrague, sabes lo que tiene, aparte del cuidado extremo con los coches foráneos, toca mantenerse alejado de las coces de las ciervas desbocadas, que al ver a semejantes invasores vestidos de colorines, ponen pie en polvorosa arremetiendo contra cualquier cosa que se ponga en su camino.
A las 10.15 en el Hogar de Casatejada con 76 km encima, habiendo visitado Serrejón y la presa del Tietar. Hay que reponer fuerzas con un café y llenar los botes vacíos del esencial elemento.
Aire en contra, pero ritmo aceptable. El día pinta bien para estar en casa sobre las 12.
Pronto un presunto cadáver aparece en nuestro horizonte. El arreón de rigor y en nada lo echamos el guante. El saludo correspondiente y la invitación a refugiarse del viento tras nuestra estela.
Un rayo divino dio luz al muerto, y tras una leve presentación, andábamos dando relevos a más de 40 con al aire en contra por las peladas rectas de la Labazagona.
Lo que me quedaba para llegar alegre y sin problemas, lo fundí en apenas 15 km.
El invitado cogió las de Villa Diego dirección a su punto de salida en la Vera y ahí me quedé yo en manos de un tirano, que viendo que la flojera había empezado a aflojar en las piernas del acompañante, no tuvo piedad en dar el apretón en cualquier repecho que se ponía en el camino.
Subir el 4% a 22 de media no esta nada mal, me decía yo ante mi agonía. Pero claro a esa media habíamos subido pocas horas antes el 7%.
126 km, una media de 31 y a las 12 en casa. Otra vez la misma canción de la semana anterior. Me encuentro ante mi plato de arroz, comiendo como un poseso para recuperar lo que me dejé por el camino.
El domingo tocaba descanso. Por fin, un día sin hacer nada..... bueno, salvo estar desde las 7 de la mañana hasta las 4.30 de la tarde, ayudando en el evento estrella del deporte en nuestra ciudad.
Se dieron cita los mejores para el Campeonato de Extremadura de TRI.
Ganó el mejor y segundo, pues el siguiente mejor. Pasado, presente y futuro luchando codo a codo como en tantas otras ocasiones.
No hace muchos meses andaba yo entre ellos haciendo de las mías, pero la prudencia, esta vez sí, me hizo ser un gallina y preferir estar en tierra ayudando a la organización que naufragar como un gorriato metido en una bañera.
La nota sorprendente la dio Rubén, que hizo el sector a pie, tres minutos y mucho, más rápido que el mejor de la prueba. Pronto la lógica le hizo comprender que había dado una vuelta menos, y con risa generalizada, hizo el trabajo pendiente....
Buen día, buena sensación y excelente organización. El entorno de lo mejor para estas pruebas. El concejal dio la cara y estuvo en todo momento en el evento deportivo.
Parece que esto tiene atisbos de mejorar en un futuro....
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