lunes, 12 de diciembre de 2011

IMPRESIONANTE




"¿Y estos como van tan rápidos?"...Eso me gustaría saber a mi.



Vaya, si resulta que falta algún integrante en el grupo.....



Andaría descarriado como nuestra buena oveja.



Yo, me conformo con ver sus traseros veloces, mientras mis piernas persiguen un imposible tras su estela.



Al contrario de lo que pudiera parecer, ( más días de vacaciones=más descanso), la semana nos deparó todo lo opuesto, (más días de vacaciones=más días de entreno).



El aburrimiento no tiene cabida en nuestro vocabulario, y el descanso es el imprescindible para no romper velas.



Así, a las jornadas mañaneras, siempre le añadíamos algún que otro hacer por las tardes.





Tanto derroche de fuerza alguna que otra ventaja tenía que tener, y en mi caso no es otra, que mantenerme alejado del duro trabajo domestico que se desarrolla con la escoba, fregones y demás utensilios de limpieza.



Aunque por mucho que se intente prolongar, al final siempre acabas con la cofia y el delantal por uniforme.



Todo es más llevadero, si miras por la ventana y ves que está cayendo la de los escritos, meditando en como estará el circuito que te espera al día siguiente en otra jornada de Cross embarrado.



Otro día más, esta vez en Almaraz, con los mismos integrantes y algún que otro desconocido.




La mayoría sabe a quien tiene que vigilar. Hoy faltan un par de liebres del sur de la región, pero estas ausencias, son suplidas por otras venidas de otros puntos del norte. Quien no falta es el magreví que siempre gana. Todos le buscan en la salida... !hoy no ha venido!... !¿como que no?, mira a tu izquierda!...



Disparo de salida, primeros metros, el morito que se tropieza por estar más pendiente de los rivales que del circuito, uno de sus clavos acaba en mi rodilla, para colmo despotrica en arameo. Pronto recobra la verticalidad ante la disculpa infundada de sus compañeros de viaje. Algún que otro entendido salta, !Que mire para delante". No vuelve a pasar, en nada pone tierra de por medio y nos deja al grupo perseguidor, partiéndonos la pana por posiciones más retrasadas.



Me pego como una lapa a uno del club de Torrejoncillo. La carrera va muy rápida, quedandome en tierra de nadie una vez me he librado de mi molesto acompañante. La tercera vuelta al circuito ha sido a tope para marcharme en solitario. Todavía queda otra y el ácido láctico parece que no va a perdonarme. Mi única esperanza es que mis perseguidores anden igual de fundidos que yo. Intento mantener el ritmo pero cada zancada es un imposible. Miro por primera vez a mi espalda para ver la distancia con la que cuento. Apenas 5 segundos, un mal traspié, o un resbalón echarán al traste mis ilusiones.



Última curva y la agonía me deja ver la linea de meta. El público, deseoso de carnaza, jalea a uno de los lobos que me persiguen. No puedo más pero mis piernas cumplen con su cometido.



Varios minutos con el corazón en la boca, pero esto ya está terminado. Me felicitan varios de mis rivales, no les veo ni la cara. Al final segundo..... Esto parece que no me está pasando a mi. Demasiado bueno para que se haya cumplido... Pronto el jardinero se interesa por su fiel discípulo. Si incrédulo estoy yo, igual parece estarlo él. Seguramente hubiera preferido dejar a un lado su jornada de descanso, por compartir las mieles del triunfo en una jornada irrepetible.



Poniendo los pies en la tierra, pillar tajada en un cross con el nivel que hay, es practicamente un imposible, pero..... ahí ha quedado la gesta, lo que venga después será otra película.....

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