viernes, 17 de febrero de 2012

HUMOR ACIDO




La única misión de un payaso es hacer reír, y solo cambiará de uno a otro, la forma en que lo consiga.
Estábamos acostumbrados a ir a un circo y ver a nuestro personaje disfrazado con peluca, nariz de pelota y abundante maquillaje, pero como los tiempos han cambiado, basta con encender la televisión y observar a innumerables bufones vestidos con elegante traje de Armani y corbata de seda, que lejos de lo que pudieran parecer en un primer momento, no dejan de hacernos reír a poco que abran el pico.

Que a alguien se le ocurra preparar unos guiñoles mofándose de los éxitos ajenos tiene su mérito. La lógica nos llevaría a reírnos de los muñegotes y dejar pasar el rato sin pena ni gloria.
El problema nace cuando a algún dirigente político de los que nos gobiernan, entra al trapo de la carnaza que le suministra los medios de comunicación, y comienza a despotricar sobre lo santo y lo divino, llegando incluso a plantearse un conflicto internacional.
Viendo este panorama, difundido a bombo y platillo en todos los noticiarios, no cabe otra que agachar las orejas, meter la cabeza bajo tierra y pensar en la que nos espera con semejantes machapúas.

A nadie le gusta que el deportista exitoso al que todos reverenciamos, sea trincando con una sustancia prohibida en su organismo. Da igual que sea en un porcentaje alto o bajo, el caso es que le han trincado, y por mucho que intente excusarse en una pieza de carne, en el agua vendita o en cualquier chorrada de turno, lo suyo es que desde el primer momento hubiera aceptado el mea culpa y acatado las normas deportivas. Para avivar la polémica, los Organismos Deportivos Españoles, ven en esa conducta fraudulenta, algo perdonable, y no dudan es exculpar a quien no tiene razón. Afortunadamente en este caso, las leyes van más allá del corrillo pachanguero nacional, y un Estamento Internacional pone las cosas en su sitio, aunque tarde, como suele pasar casi siempre.


Volviendo a lo nuestro, otra semana de duro entreno con postre final de pedal.

Recuperando viejas costumbres, echamos el sábado a descubrir nuevas rutas donde pasar el rato y de paso visitar otros ambientes.

La umbría de Casas del Castañar, es el lugar idóneo para pasar las duras jornadas de verano que nos esperan. La diversión está servida aunque si lo que quieres es no sufrir demasiado, la idea no es la apropiada.


Un domingo de descanso con alguna serie de toma de contacto y colofón de tocadura de tetas a una dama inesperada. Es lo que tiene salir a la aventura, te encuentras a quien menos esperas.

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