lunes, 23 de agosto de 2010

Una Perico Accidentada.-





Plateros y familia movieron el campamento a tierras Segovianas, para hacer la que esta catalogada como la
segunda marcha cicloturista en importancia a nivel nacional, después de la famosa QH.
Nos habíamos estado preparando para bajar de las 5.30. Sabíamos que para lograrlo tendríamos que llevar una media de 28 km/h, y aunque la cosa dependía un poco de circunstancias ajenas, tales como averías, caídas, el calor, el viento, etc, la esperanza era que lo lograríamos.
Pero pronto las ilusiones se truncaron. El amigo Félix, se lesionó, y estará en el dique seco 1 mes. Hace una semana estábamos dándole fuerte en la altiplanicie de Gredos y al día siguiente en cama. "Animo, en poco estarás de nuevo sacándonos de punto".
Ya la cosa, pues no es lo mismo, si uno de los tuyos se cae pronto del grupo.
Los males no quedaron ahí, el jueves el cuñao tuvo una recaída de las dolencias, y se quedo con menos fuerzas que una pavesa debido a los medicamentos.
Bueno..... malo, malo, al final me quedo solo.
Pero con dolencias y males, pues todos a Segovia. Como es menester, nos llevamos a la familia al completo, incluidos los dos peques, Oscar chico y Jorge, que visto lo visto, disfrutaron casi más que nosotros, poniendo patas arriba, la habitación de sus tíos, el comedor, y todo lo que pillaban a su alcance. Que se diviertan, que también tienen derecho.
El sábado noche, fuimos, como es de costumbre, a por los aluviones y por el cochinillo asado. El primero de los platos exquisito, pero el segundo, si lo comparamos con el de la semana pasada, pues...... dejaba mucho que desear, pero también comestible.
Pronto a la cama y a esperar el acontecimiento del domingo.
Cogimos un hotel que daba justo a salida de carrera, por lo que las mujeres y Félix, este con gran pena, nos dieron el último animo desde las terrazas, en el momento que nos disponíamos a dar las primeras pedaleadas.
Nervios, empujones, primeros pinchazos, pero sin ningún altercado grave, cosa rara en estos primeros metros, en los cuales todos salimos desbocados en busca de los primeros puertos.
Pronto pasamos la granja y nos metimos de lleno en las siete revueltas. El porcentaje fue subiendo, llegando en algunas rampas al 9%, pero todo sin bajar del 6%. La culebra se iba disgregando, había elementos del grupo por toda la carretera, derecha, izquierda, centro, incluso por la cuneta, cualquier parte era buena con tal de ir haciendo metros.
En nada estábamos en Navacerrada, y mientras el sol se colaba por las copas de los arboles, iluminado el bello valle que está en la falda de la estación de esquí, el comentario era generalizado. Hoy el calor nos mata.
Bajada rápida hasta Cotos, y rumbo al siguiente escollo, Morcuera.
La alegría que se veía en las caras de los más de 2.000 acompañantes, había cambiado por rostros pálidos, sudorosos y afilados como agujas.
Un puerto feo este, donde el sol te aplana y te deja en su cima con las ideas algo confusas. Por eso la organización, te planta en el alto, el primer avituallamiento, donde uno tras otro vamos cayendo en busca del tan preciado agua.
Las indicaciones que iba trasladando al Cuñao, advirtiéndole de los desniveles, bajadas y demás, se hicieron en este momento más intensas. Ten muchisimo cuidado en este descenso. Es muy rápido, pero a la vez muy peligroso, aquí es donde se concentran la mayoría de accidentes.
En pocos metros a 70, por una carretera plagada de baches y curvas, y en las primeras curvas, las temidas caídas. Pasabas como un obús al lado de algunos que estaban tumbados en la cuneta, que habían tenido menos suerte que tú, y una mala trazada, o un simple despiste, les había llevado al peor de los finales.
Hasta llegar a Miraflores pudimos ver varios trompazos, pero si te pones a pensar en ello, lo único que puedo pasar, es que se te vaya la pinza y les acompañes tú en la ambulancia.
Subida a Miraflores y en la rápida bajada la cadena que se sale del plato. Que raro. La pongo rapidamente y a las primeras pedaleadas, sale escupida como una escolopendra por el asfalto. El cuñao me dice, que hago, a lo cual le respondo, sigue, tu sigue, intentare que el primer coche de asistencia que llegue me lo arregle y sino, pues mala suerte y al autobús escoba.
Como en el día de la boda, donde los minutos parece que no pasan, mientras esperas a tu futura esposa, estaba yo sentado en un quitamiedos, con cadena en mano y S-works sostribada, viendo como pasaban cientos de ciclistas y todos exclamaban, joder que putada se le ha roto la cadena, como si yo no lo supiera, vamos.
Pero al fin, a la salida de una curva, que había metros atrás de donde estaba, veo un coche de asistencia. Ufffff, que minutos más largos, ahora solo me queda que tenga arreglo. Para rápidamente, baja y ve el chaperón, y piensa lo mismo que yo, ufffff. Que tipo es, Ufff, super record de 11, Joder que mala suerte, esta cadena tiene un troncha especial y no lo llevo, pero bueno intentaremos apañarlo. Tirate sin cadena por estas rampas y en el primer descampado paro y te espero, que aquí somos un peligro.
Ale rampa abajo, ayudandome con mis pies empujando, mientras algún cachondo pasaba y decía, asi si que vas cómodo sin dar pedales. Jaajajajaaj, ahora lo pienso y si que es graciosa la estampa, pero en aquel momento me salían rayos de la cabeza.
Al fin veo al coche que me esta esperando. Rápidamente saca troncha y en 25 segundo me ha apañado el destrozo. "Ten cuidado, no se si aguantará hasta la meta, pero....... lo intentaremos.". Le di mil gracias, le pregunte si le debía algo, y me contesto, "gracias a vosotros por estar aquí, compartiendo estos momentos". Da gusto encontrarse con profesionales tan capaces, que sin ningún tipo de animo de lucro, te arreglan lo que para otros sería un imposible".
Miro el reloj y casi media hora perdida, buffff. Pues nada, tranquilo, no forzar y a acabar.
Ya, si, bueno, eso es lo que debería de haber hecho. Pero como alma que pierde el diablo, me metí en el primer grupo que pillé, y en pocos km. era yo quien tiraba del grupo.
En la base de Cadencia, y ultimo escollo antes de los temidos 45 km finales.
Recordaba del año anterior, que este puerto se atragantaba. Los aprox. 15 km, tenían rampas muy serias, y las fuerzas ya iban justas. Pero, no se de donde, ni por donde, me vino en forma de fuerza, una inspiración, que me hizo devorarlo en menos que canta un gallo.
Si mientras estuve con la avería me pasaron 500, en las rampas de Cadencia adelante a 700, me miraban con cara extraña, supongo que pensando, de donde sacará este tipo a estas horas, esas fuerzas. Pero ya estaba arriba, y ahora lo peor.
40 grados y aire en contra, los grupos que estaban compuestos por cadáveres con la cruz a cuesta, y pasando de grupo a grupo, nadie tiraba, realmente pocos podían, y a los que aún les quedaba algo, lo reservaban para esprintar en linea de meta.
Cada relevo era un palo, los cuadrices me ardían, pero.... solo pensaba en acabar y que la cadena no se partiera de nuevo.
La subida a la Granja y ya estamos cuesta abajo, el ritmo se intensifica, y los cadáveres salen de sus tumbas con ganas de dar guerra.
5.47, buaa.... pienso. Si no es por la cadena hago un tiempazo.
Veo al Cuñao, que ha entrado pocos minutos antes que yo y me pregunta, ¿ya estas aquí?, la que te tienes que haber pegado.
Pero bueno, eso ya queda para el recuerdo en anécdotas para contar.
Y ahora que hacemos cuñao...... lo primero esperar que Félix se recupere pronto, y nosotros pues a coger kilómetros y desear que la próxima temporada tenga menos sobresaltos que esta.

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