martes, 27 de septiembre de 2011

VA POR VOSOTROS...

































































AGRADECIMIENTO:

En primer lugar a mi querido y añorado amigo Félix, que tanto me ha ayudado en mis sufridos entrenamientos ciclistas.-
En igual lugar al Cuñao, que tanto aguanta mis chapas diarias de entrenamiento.

A la otra parte del cuadrado, mi incombustible jardinero, que ha sido capaz de recuperar a alguien por quien jamás nadie hubiera dado un suspiro.

En segundo plano, a mis compañeros de entreno, que tanto me animan cuando las cosas no funcionan.


CRONICA DE LO SUCEDIDO:
Las cosas pintaban feas a 4 días de mi gran prueba. La temida microrotura en el biceps femoral, parecía que daría al traste con meses de preparación.

El fisio hizo su labor, y una vez más la suerte fue mi aliada. Todo se quedó en una fuerte contractura, fruto del excesivo entrenamiento, cosa lógica por otra parte, a estas alturas de temporada.

El miércoles me probé y parecía que la pierna me respetaría, lo hice de nuevo el jueves y el viernes. Ya no había marcha atrás, a un par de días vista, todo estaba decantado.

El Cuñao y mi hermana, me acompañaron en mi aventura por el mundo. Mi idea de como sería competir en un mundial, se quedó corta a la hora de ir a recoger mi acreditación.

Deportistas de todo el mundo con mis mismas ilusiones. Allí no se veía mediocridad. Los cuerpos eran finos y fibrosos. La cara de alfiler era la predominante, y las buenas maneras lo mejor del repertorio.

Lo peor, como de costumbre, la Federación, que una vez más trataba a los presentes como si fuera ganado fresco.

Ya estábamos allí, el sábado había pasado volando y el domingo dejaba tras de si una noche de pleno insomnio.

Las 7.30 y todos estamos calentando. Un roció otoñal, viste de blanco el césped por el que haremos las respectivas transiciones. Miro a una parte y a otra y no logro distinguir ninguna máquina que no sea una cabra. Está claro que hoy la S-works va a sufrir de lo lindo en las largas rectas del paseo marítimo.

Los minutos pasan lentos, aunque pronto logro mantener amistad con algunos otros miembros españoles. Casi todos se conocen de otros compromisos, e incluso conocen a los oponentes que defienden otros colores. Yo, me conformo con disfrutar de mi premio minutos antes a la soñada bocina.

Salen los más jóvenes, cinco minutos y nosotros.

Hay nervios, pero lo lógico en cualquier competencia.

Ya estamos en la salida, todo es rápido, y las pulsaciones pasan de 45 a 115 en segundos. Me agarro al grupo de cabeza, pero pasad0s los primeros mil metros, compruebo que el ritmo que llevan de 3.00, es muy superior al que yo puedo permitirme.

Hago lo lógico y pongo mi marcha de carrera. Algunos que iban a más de lo que podían, pronto caen bajo mis piernas, otros cansados de mi ritmo, intentan poner más alegría a su carrera, pero los grupos están hechos, y de donde no hay no se saca.

Los 5.000 caen volando, y ya estamos pillando la bici. Pierdo unos segundos en la transición. Los nervios y las pulsaciones no perdonan, y por mucho que quiera, la experiencia es un punto a favor para los mas espabilados.

Las ruedas lenticulares hacen su tarea y sus pilotos vuelan en los km. previos al puerto.

Pronto estamos en las primeras rampas. Ahora es la mía, a plato con el 50x19, de aquí no bajo. El 4% de media del pequeño escollo, de apenas 4 km., hace que aquellos que iban acoplados minutos antes, sufran como ninguno ante la dificultad orográfica.

Uno tras otro van cayendo bajo la lógica ciclista. Tengo que sacar todo lo que pueda, ya me caerá la del pulpo cuando vuelva a los llanos.

La vuelta al paseo marítimo es más rápido de lo que a mi me gustaría, y veo como algunos llegan a mi estela y me adelantan, aunque ninguno logra meter mucho tiempo.

La segunda transición la hago más rápida, y ya estoy en el último 2.500.

Me encuentro a gusto y la zancada empieza a estirarse tras los primeros metros de acople. Mis piernas hacen su trabajo y voy pasando a algunos que gastaron más de lo que podían en las otras dos partes del circuito.

Al final entro décimo.

Mi objetivo era acabar. Mi meta el top-ten. Mi utopía pillar podium.

Al final más que una soñada posición.

Tanto entrenar dio su fruto..... Ahora toca plantearse la temporada siguiente, aunque por mucho que pretenda, dudo que sea tan fructífera como la ahora pasada....

1 comentario:

  1. Enhorabuena, Luis. Suma de mi parte un aplauso más a tu trabajo y al fruto del mismo. No pares.

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