Como le comentaba ayer al amigo Ignacio, en una de nuestras salidas campestres,: "Todo pasa y todo llega, y cuando no llega.... malo, malo".
Con la sabiduría que da la edad, él me respondió : "Me acuerdo, aveces, de cuando yo tenía 6 años y de mi hermano el mudo".- Ignacio ahora tiene 87, pero sus ganas de aventura no descansan pese a los años.
Ahora que las mieles de la competición, los resultados y el jolgorio de las multitudes, han dado a su fin, llega lo peor: Volver a empezar.-
Aunque este año lo llevo algo retrasado, el nuevo curso ha empezado. El nuevo ciclo ya está en su pleno apogeo, y las machacantes series están otra vez aquí.
No recuerdo cuando las dejamos, quizás nunca, ..... pero mis piernas pronto se encargan de recordarme que la rutina ha empezado de nuevo.-
Casi un mes sin hacer velocidad, y el mismo tiempo sin meterme sentadillas, hace que ahora, ya no tenga la frescura de hace pocos días.
La cabeza va baja, quizás buscando la explicación de porque, de nuevo, ya no voy tan rápido, ni tan fresco. Tanto he cambiado en pocos días.-
Pero claro, la experiencia de haber pasado por estas situaciones antes, me hace responder pronto a mi pregunta.
Si queremos llegar con fuerzas a la temporada venidera, el secreto no esta en otro sitio que en el entrenamiento duro, rutinario, machacante y destrozante del hacer diario.
Esto no tiene secreto alguno, solo hay que dedicarle horas y seguir unas pautas lógicas guiadas por alguien que entienda. El resto...... el tiempo lo da todo, siempre que alguna lesión no trunque tu buen hacer.
PD.-Felicitar al Cuñao, que este sábado, por tierras andaluzas, se ha probado en una prueba de mtb para los profesionales de su oficio.
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