DE LOS 40 PARA ARRIBA NO TE MOJES LA BARRIGA

Dicho popular, con el cual, el que ha pasado por el trance, no está de acuerdo.

Esta semana me soltaba un compañero de trabajo, eso de que ... de los 50 para arriba.... Pero vamos a ver no era de los 40...

Claro una vez que pasas por el meridiano, sin vuelta posible al retorno, la cosa se ve distinta...
El caso es pasarlo y disfrutarlo.

Anticipadamente, pasé por el momento, por si acaso en su día no se puede, rodeado de la familia y sobrinos. Un día por parte mía y otra por parte de la mujer, el caso es pasarlo bien con todos.

Para terminar la jornada una partida de parchís con 6 jugadores. Nunca había visto esta nueva modalidad, aunque acabé igual de cabreado que en anteriores partidas.

Nunca gano.

Un finde con tiempo cambiante, nos hizo desempolvar a las olvidadas flacas, que ya parecían eternas dormilonas en el sueño de los justos.

Sendas tiradas de 80 km., nos demuestran una vez más, el porque a la estación que hace poco hemos inaugurado, la llaman la de la recuperación.

El frío matutino unido al aire del norte, no te permite muchos alardes, so pena, de acabar con algún calambre o alguna complicación mayor.

A pesar de ello, no se nos ha olvidado darle al pedal, y en algunos tramos, eso sí ayudados por la brisa de costado, alcanzamos velocidades ya olvidadas superiores a los 50. Claro está, que la carretera picaba algo favorable, aunque a pesar de ello, como bien digo a mi compañero de fatiga, hay que mover desarrollo para poder alcanzarlo.

La nota curiosa del domingo, una pareja de ciervas descaradas, madre e hija, se suponía por sus tamaños, que lejos de asustarse por nuestra presencia al pasar veloces por la presa de Torrejón, hicieron descaradamente oídos sordos a la llamada de atención para que se alejaran de la carretera, continuando con su particular festín en una de las papeleras situadas estrategicamente.

¿Pues ahora no es la época de la bellota?. Al parecer sacan más beneficio al bocata de jamón serrano de algún giri, que a los hidratos de carbono del fruto seco maduro.

Al final acabarán instaladas en el parque infantil, disfrutando de los juegos con abuelos y nietos, ... el tiempo nos dará la razón.