DISCOLO

Aunque los autores de los hechos, sepan muy bien quienes son los personajes de la viñeta adjunta, cualquier parecido con la realidad es solo cuestión de coincidencia....DISCOLO.

Aunque tarde, la crónica semanal se centra principalmente en el buen tiempo tenido hasta fechas de hoy, a partir de la cual, la cosa va a cambiar irremediablemente. Ya están aquí las tan odiadas jornadas de frío.

Si algo desespera, es estirar, saltar, trotar, técnica, y no entrar en calor.

Saber que en cualquier salida o serie, un pinchazo te dará aviso de que el calor no ha llegado a los músculos y que puedes esperar lo peor.

Para los trotones, la cosa es más fácil, ya que a base de km., el cuerpo entra y entra en calor. Los de velocidad es otra cosa. Por mucho que se pongan varias mangas y más de un pantalón, el cuerpo no calienta.

El sábado, como el día acompañaba, pillé la Alma y me otorgue un paseíto por las dehesas, cada vez más verdes, de las fincas conlindantes. El barro ya es la tónica predominante en los caminos, y aunque se intente evitar la correspondiente mojada, al final siempre acabas con los pies empapados.

El domingo, ya con el Cuñao, decidimos hacer algo de cuesta y pillar hasta San Gamello, para llegar a Cáparra y darle al pedal por el encinar del Camino de Santiago. No se porque, pero al final siempre acabamos haciendo alguna que otra serie en el lugar más insospechado.

La realidad cada vez es más descarada. El estado de forma de mi compañero y el mío, en lo que a la bici se refiere, cada día está más distante. Buffff, no puedo seguirle ni a rueda, en fin..... la cosa es así, no se puede estar a las duras y a las maduras.

El lunes, sin quererlo, ni pretenderlo, el 10.000 por el circuito de la Ciudad Deportiva en 35.39. Por la tarde, las series de 150 mtos. a menos de 22.7, me devuelven la partida, dejándome más suave que un visón de peletería. Por supuesto, la bronca me calló. ¿Que le vamos a hacer si el chico es un Obtuso?.

El martes, a mojarse haciendo campo a través. La respuesta al llegar a casa me la encuentro en la cara de quien me espera: "SARNA CON GUSTO NO PICA".