lunes, 20 de mayo de 2013

BUEN PLAN DE DOMINGO

Fría mañana de domingo. La primavera parece que se ha echado una siesta y apenas 7 grados a las 11 y diez de la mañana.

Llego tarde. Seguro que Nuria ya andará de los nervios. Una canción de moda me hace sonreír y pensar en el peque de la casa. Hace un par de minutos que lo he dejado con su madre y ya lo echo de menos.

La noche ha sido tranquila. Los nervios previos a una carrera parece que poco a poco van desapareciendo. Son muchas pruebas y en todas la idea es la misma, ¿estarán hoy mis piernas a tono?

El aliciente hoy está en reencontrarme con Antonio, al cual hace bastantes meses que no veo. Por su blog se que está muy fino, y que hoy es el rival más en forma con el cual tendré que verme las caras, a no ser que aparezca algún que otro no esperado, lo cual sería doble motivo de alegría.

Desangelado panorama para una prueba con tan buena organización. Apenas 40 corredores.

Nosotros a lo nuestro. Andrés Castaño y David Parra también están en un momento dulce de la temporada, y mucho me tendré que apretar los cordones sino quiero verme aplastado por la velocidad de sus zapatillas.

Se como se las gasta Antonio, son muchas carreras juntos, y como de un guión escrito tantas veces la salida es explosiva. En apenas 200 metros el grupo de dos ya está hecho. Ahora a ver si lo saco de punto.

Marco un ritmo muy alto para hacer el mayor hueco posible. Miro a un lado y parece que Antonio me lee el pensamiento. ¿Dónde está Fran?. Volvemos a la realidad, hoy no está con nosotros. Se le echa de menos, aunque la idea se vuelve humo en el último tramo de subida a la Ronda.

Primera vuelta de 2.200 y el crono me marca 3.16 el mil.

Alguien me dijo no hace muchos días que esta carrera era un pachanga y no merecía la pena correrla. Me rio yo de los entrenos de 1.500 en pista.

Ahora toca aguantar el ritmo y esperar que mi compañero pete antes de llegar a meta.

Los pronósticos, para mi desgracia, se van cumpliendo. El mayor empuje en los últimos metros de subida hace que mis piernas cedan unos segundos. Faltan menos de mil metros y lo único que puedo hacer es seguir apretando para que la distancia no se alargue.

Ganó el mejor, aunque pocas veces el quedar segundo sabe tan dulce.

Siempre se ha dicho que el Garmin miente más que un político, pero en esta ocasión poco podía variar en una carrera de 4.500 metros. Hice el mil a 3.19, y lo que es más importante, me sentí rápido.

Nuria por su parte ganó en féminas y subió dos veces al primer puesto del cajón, uno por la general absoluta y otra por su categoría.

Mañana muy provechosa que hizo que la tirada larga de la semana se diera por merecidamente olvidada.

La nota negativa, la falta de participación de los miembros de los clubes de atletismo y montaña locales. Como queremos que venga gente de fuera a correr si no lo hacen los de casa. No valen las escusas.



2 comentarios:

  1. Me alegró mucho hablar contigo y ver que sigues con las ganas de un juvenil con la cabeza llena de proyectos. Mientras sigas con esa mentalidad seguirás siendo un crack año tras año.

    Por otro lado, me lo hiciste pasar mal... no recordaba lo agónicas que son estas carreras cortas. Ya empiezo a temerle un poco al circuito de la Vera y sus supercuestas... jeje.

    Un abrazo.

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  2. Pues, sino pasa nada raro, ya sabes lo que nos espera, seguro que más y mejor.

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