martes, 28 de mayo de 2013

YA NI ME ACORDABA

Tras varios intentos fallidos por fin el amor volvió a nosotros.
No voy a decir que ella tuviera la culpa, sería mentir como un político, pero si he de reconocer que a veces cuando estaba dispuesto a acariciarla de nuevo, me la jugaba y aparecía con la rueda pinchada.
"Ya no me deseas como antes", parece que dice desde su atril de privilegio, aunque nunca ha tenido un mal gesto ni una mala cara.

Pero como todo lo bueno, siempre está ahí en el momento que más se necesita.
Me hizo volar en el Campeonato de Extremadura de Torrejoncillo como en tantas ocasiones había hecho. No hacía falta apretarla, sola entraba a las curvas para tranquilidad de mis costillas.

Por fin llegó el día del reencuentro. El Cuñao andaba detrás mío hacía muchos meses para que volviera por la senda de la carretera. Unas circunstancias mezcladas con la mala suerte en otras, no habían favorecido el feliz desenlace, pero no siempre iba a durar esto, y en la mañana elegida tuvo que salir el sol.

No la voy a tentar hasta media hora antes. Presión justa, giro de ruedas, "Dios como suenan los cerámicos", ya no recordaba esta melodía.

8 de la mañana y puntual por una vez en mucho tiempo descubre su presencia con un "Buenos días".

El estiramiento ha hecho que mis piernas despierten de la hibernación nocturna. Cambio de opiniones y en pocos metros ando metiendo hierros.

La tirada no sería muy larga, ida y vuelta a Grimaldo no llega a los 70 km.,  pero si es verdad que es más que suficiente para probar el estado de forma.

Se nota que mi compañero se ha tirado bastante tiempo en el dique seco. Se me hace raro encontrarme en primera posición del pelotón de cabeza.

Los cambios entran como siempre, a la perfección. El super record sigue como el primer día. Da gusto tocar la palanca y que todo se deslice sin apenas sentirlo.

La amena charla se mezcla con algún que otro jadeo en las suaves rampas previas al pueblo. Media vuelta y por donde hemos venido. Toca limpieza de cochera y de vehículos. Miedo me da llegar a casa.

Al final poco más de dos horas para saborear toda la semana. El dulce volvió de nuevo a mi boca cuando ya ni me acordaba.

Domingo de tirada larga a ritmo de trote. Por la tarde a felicitar a la abuela y a jugar con las chivis.

Ya estamos a lunes y el cansancio acumulado del ciclo que termina va mermando facultades.

Series del lunes rápidas pero que me dejan con poca opción para las cuestas. Las haré la semana que viene, el domingo, si nada lo impide, tengo los 16 km de Trail Running en Navalmoral. El toque lo tengo dado, si arriesgo me rompo. Semana a medio gas con masaje incluido. Ya nos recuperaremos antes del Cross de Trujillo.

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