lunes, 23 de noviembre de 2009

2012.- SE ACERCA EL FINAL.



Si hay algo que me causa verdadero asombro, es la cantidad de gente que se levanta un sábado o domingo o día festivo, y dice: uggg que hago ahora, y pasa el día o el fin de semana deambulando como un fantasma del sillón a la nevera y de la nevera al sillón. Sé bien que es el deporte de moda en estos tiempos modernos, pero como según los Mayas en el 2012 todos cenizas, pues digo yo, "porque no nos ponemos las pilas y aprovechamos cada día como el último". Pero la mayoría pensará:
Sí, sí, eso hazlo tú, que nosotros preferimos esperar el final sentados delante de la tele.
Como yo no soy de los que opina así, ni de los que se tiran horas y horas pensando en lo dura que es la vida, y como los que me acompañan tampoco, el sábado decidimos luchar contra viento y marea y repetir la Heidi. Y en esta ocasión solo nos falto el señor de las cumbres, por que anda que no hacía aire por esas alturas. Según íbamos subiendo, la montaña nos iba lanzando ráfagas en cada uno de los giros, empujándonos para abajo, como echándonos de su territorio. Como somos duros y aguantábamos a duras penas las embestidas montados en nuestros caballos de dos ruedas, decidió tirarnos pequeñas piedrecillas, que una tras otra iban impactando contra nosotros, unas veces en la cara y muchas en los ojos, menos mal que ya vamos aprendiendo y las gafas no nos las quitamos ni de día ni de noche, sino acabamos cegatos perdidos.
Hicimos una subida más rápida de lo habitual, y aunque en algún momento Felix y yo, como casi siempre en cabeza, íbamos esperando a Adolfo y Jose Luis más rezagados, el aire
parecía darnos ánimos para subir cuanto antes y largarse de allí no se fuera a caer algún pedrusco mayor, de los que habitan en alta montaña. Y la bajada, rápida también, Adolfo cada vez con más confianza con su nueva montura OIZ, y el resto bien, yo más lento como siempre, pero.... que me esperen.
Al final parada en Colmer a ver el nuevo ordenador de abordo que se ha comprado Felix para su maquina, que no le falta de nada, altimetría, cadencia, km, ..... madre mía, de
todo, lo cual animó a Adolfo a comprarse otro igual, yo de momento ahorraré, y Jose Luis, mirará sorprendido mientras piensa, "para que querrán estos tíos tantos cacharros si al final los que suben son las piernas".
El domingo tocó carretera, y aunque con las lluvias escasas que calleron el sábado noche, temimos por la salida dominguera por las carreteras de la Vera, al final al mirar el horizonte vimos sol brillante y ale a darle un poquito.
El cuñao se unió a nosotros con su nueva bici de carretera, híbrida entre contrareloj y de subida, pero que a él le va de maravilla, hasta que decida mandarla a mejor vida y pillarse algo mejor. Y el guión el de todos los días, los de siempre delante y los de costumbre atrás, más preocupados en echar pestes a los que van delante que de esforzarse ellos por no quedar tan rezagados. Y visto esto y dado que habíamos hecho el grupeto de costumbre de cabeza subiendo y nos alejamos algo, (bueno algo más que algo sobre unos 20 min calculo), optaron por preparar la 10-11, atrochar por otro pueblo y dejarnos más solos que la UNA, esperándolos en Jaraíz. Lo de casi todos los días repetido otra vez. Asique con el toque de corneta que pusimos en la carretera de la Vera, y en fila de a uno, metimos plato y en busca y castura de los desertores. El amigo Jose Antonio( el Suizo), el cual se nos unió al grupeto, al final en los últimos km. lo pasó mal, debido al ritmo que íbamos imponiendo Felix y su Goka y yo,pero aguanto como un campeón y antes de llegar al último alto ya habíamos sobrepasado a los traidores.
Un domingo más para el recuerdo y un día más que disfrutamos con los amigos. El finde que viene más.

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